by: malom_shlasters | Complete Story | Last updated Jan 31, 2014
Chapter Description: Ash, Max and Oak spend the night at Ash mom's house. Meanwhile, Rei will fight Mariah to see who gets regressed...
En Pueblo Paleta
Comienza a anochecer, y la madre de Ash Ketchum está sentada en el sillón de la sala leyendo un catálogo. En eso, suena el timbre de la puerta.
MAMÁ DE ASH: Allí voy.
La señora va vestida con su ropa cotidiana de ama de casa común: pantalón verde de espándex que no le llega hasta el tobillo, una blusa amarilla y un delantal, zapatillas de tacón bajo. Camina unos cuantos pasos y escucha unas risitas detrás de la puerta, hasta que abre.
MAMÁ DE ASH: ¿Hola?
Tras la puerta lo esperan tres figuras más bajitas que ella. A la primera la reconoce de inmediato: Piel morena, pelo negro revuelto y va totalmente desnudo; es su hijo, Ash.
MAMÁ DE ASH: (Sorprendida) ¡Oh, hijo, qué agradable sorpresa!
ASH: Je je, ¡hola mamá!
Tras de él está otro chico de su edad, pero a diferencia de él es blanco y pecoso y tiene el cabello rubio; al igual que Ash, no lleva nada de ropa. Y detrás de éste, un poco más abajo, un niñito como de cinco años con el pelo castaño, y va desnudo de las piernas y aparentemente solo cubierto con una bata que le va grande.
ASH: Mamá, él es Max, nos conocimos en el bosque.
MAX: (un poco tímido, saluda con la mano) ¡Hola señora!
MAMÁ DE ASH: (alegre) Ahh, gusto en conocerte, Max. (Se voltea a ver al otro chico) ¿Y él es...?
ASH: (se pone una mano atrás de la cabeza) Ah, bueno, verás mamá, él es...
El niñito titubea detrás de él, baja los ojos avergonzado y trata de encogerse. La mamá de Ash le clava los ojos con atención, hasta que parece darse cuenta de algo...
MAMÁ DE ASH: (gratamente sorprendida) ¡¡Ooohh, pero si es Sam!! (da un pasito y se agacha, estirando las manos hacia el niño) ¡Profesor, ¿qué le pasó?!
MAX: (travieso) Je je, digamos que tuvo un accidente con un experimento.
El profesor vuelve a encogerse, y se sonroja mientras la mamá de Ash le revuelve el pelo con la mano. El niño se ve muy lindo y tierno, con los piecitos esponjados, su piel tersa y perfecta, el cuerpo chaparrito y la barriga un poquito prominente con el botoncito de su ombligo saltado.
MAMÁ DE ASH: (cariñosa) ¡Profesor, pero qué bien se ve!
ASH: Eh... Mamá, estamos en medio de una gran aventura. El Profesor se ofreció a ayudarnos y tenemos que regresar pronto al centro pokémon. Pero queríamos saber si podemos pasar la noche aquí.
MAMÁ DE ASH: (lleva una mano a la mejilla de su chiquito) ¡Pues claro que sí, mi pequeñín! Pueden quedarse cuanto gusten, será un placer atenderlos (se dirige a Max y al Profesor) Pasen, por favor, están en su casa.
ASH: ¡Muchas gracias!
MAX: ¡Con permiso!
Los tres niños caminan dentro de la casa, que Max observa con mucho cuidado.
MAX: ¿Guau, así que esta es tu casa, Ash? No es tan grande como la mía, pero está bonita y muy bien arreglada.
ASH: Sí. Pueblo Paleta es un pueblo pequeño, pero nos hacemos cargo de todas nuestras propiedades.
El profesor avanza sin estar muy seguro. Luce aún algo angustiado, por su ego herido, y no se acostumbra a estar convertido en un infante. Pero pronto, detrás de él re-aparece la mamá de Ash.
MAMÁ DE ASH: (colocando las manos en los hombros del Profesor) Profesor, qué gusto tenerlo de invitado. Si necesita algo, sólo es cuestión de que lo pida.
El Profesor encoge los hombros, avergonzado, pero la mamá de Ash sólo se sonríe. Mientras tanto, Max y Ash merodean por la cocina.
MAMÁ DE ASH: (alzando la voz hacia los dos chicos) Deben estar hambrientos, ¿me equivoco?
ASH: Eh je je... Sí. Hemos estado viajando dos días y con pocas raciones.
MAX: Así es, señora.
La mamá de Ash se acerca a la cocina y va hacia la estufa.
MAMÁ DE ASH: Si gustan, siéntense. Les serviré.
Los primeros en sentarse son su hijo y su acompañante.
ASH: ¡Estoy que me muero de hambre!
El profesor se queda parado a un lado de la silla, mientras Delia mueve las ollas.
MAMÁ DE ASH: (volteando) ¿Profesor? ¿Qué es lo que pasa? (radiante) Siéntese, no sea tímido.
El Profesor mira hacia el otro lado, bastante avergonzado. Siente aún algo de incomodidad en el trasero, así que no se atreve. Delia sigue preparando la sopa y al cabo lleva los platos a la mesa.
ASH: (mientras le sirven) ¡Qué bien, mi favorita!
MAMÁ DE ASH: (acariciando la cabeza de Ash) Lo que quiera para mi niño consentido (regresa con un plato de sopa para Max) Aquí tienes, Max, es una receta especial de Pueblo Paleta.
MAX: (con los codos sobre la mesa y cuchara y tenedor en la mano) Gracias señora, ¡se ve delicioso!
La mamá de Ash voltea y le sonríe con gusto.
MAMÁ DE ASH: Profesor Oak...
El Profesor se queda nervioso y paralizado cuando Delia le llama. La mamá de Ash sólo se sonrío, y se acerca hacia él. Sin decir más, se coloca detrás y lo toma por las axilas (sobre la bata, claro) y sin mucho esfuerzo lo levanta y lo sienta en la silla.
Para su fortuna, la señora le posa las nalguitas encima de la bata de laboratorio, ya que manchar la silla sería algo vergonzoso.
Pronto, Delia regresa con un plato de sopa para el Profesor.
MAMÁ DE ASH: (bromeando) Quiero que se lo acabe todo, Profesor, ¿okey?
El profesor sólo hace cara de puchero mientras se acaba de acomodar. Delia se sienta a la mesa con ellos.
MAMÁ DE ASH: Y Max, cuéntame algo sobre ti.
ASH: ¡Él es un beyluchador!
MAMÁ DE ASH: ¿Beyluchador? ¿Qué es eso?
MAX: Ah. Es algo que solo existe en mi región. Nosotros combatimos usando beyblades, son una cosa como así (saca su beyblade). Claro, en nuestra región no hay pokémons.
Delia escucha atenta, luego voltea a ver al Profesor Oak, quien apenas y alcanza el plato con los bracitos tan cortos y está por hacer un cochinero con la sopa. La mamá de Ash se sonríe, alza el brazo para tomar las muñecas de Sam y las mueve hacia atrás. Luego le acerca más el plato y le sonríe.
El profesor hace otro puchero y vuelve a intentar tomar la sopa dando muchos cucharazos.
MAMÁ DE ASH: (vuelve a voltear hacia los chicos) Suena interesante. ¿Y cómo se conocieron?
ASH: Él y sus amigos estaban perdidos en el bosque, los atacaron unos Haunters, los pude rescatar pero unos de sus compañeros fueron afectados por un ataque de Maldición. Es por eso que vinimos a buscar al profesor Oak para que nos ayudara a curarlos.
MAMÁ DE ASH: (sorprendida) Vaya... ¿Y en verdad puede hacerlo el Profesor?
El Profesor vuelve a encogerse de vergüenza.
MAX: Je je, más o menos.
Al rato terminan de comer y los chicos se van a la sala, donde se ponen a ver la televisión.
ASH: ¡Genial! Mira, Max, este es el canal de torneos pokémon.
MAX: (interesado) ¿En serio? No tenía idea de que hubiera tantos monstruos.
ASH: Así es, ¡es genial! ¡Te explicaré todas las reglas!
Mientras tanto, el Profesor y Delia se quedan en la cocina mientras ella lava los platos.
MAMÁ DE ASH: Vaya, Sam, eres tal como te recuerdo cuando éramos niños los dos.
PROFESOR OAK: ...
MAMÁ DE ASH: (dándose la vuelta) Recuerdo que en aquellos tiempos me parecía muy mono, Profesor (le cierra un ojo)
PROFESOR OAK: O/////O
Al rato
Delia termina de lavar los platos y regresa a la sala, donde los chicos siguen viendo la televisión. El Profesor la sigue como perrito faldero.
Ash y Max se comen las uñas viendo la final del torneo.
COMENTARISTA: ¡Dragonite usa Movimiento Sísmico!
ASH: (emocionado) ¡Eso es, eso es! ¡¡Lance ya casi lo tiene...!!
MAX: ¡Fabuloso!
COMENTARISTA: ¡Un momento: El Piloswine de Pryce está aguantando el golpe!
ASH: (saltando en el sofá de la emoción) ¡¡Vamos, ya está, ya está...!!
COMENTARISTA: Pryce retira a Piloswine... Ahora usará a...
La televisión se apaga de pronto.
MAX Y ASH: ¡¿¡¿Qué?!?!
MAMÁ DE ASH: (con el control en la mano) Basta de televisión. Ya vieron suficiente por el día de hoy, es hora de que se arreglen para dormir.
MAX Y ASH: (Decepcionados) Awwwww...
Los chicos marchan con los brazos caídos por el corredor.
MAMÁ DE ASH: (tomando a Ash de los hombros) Primero, quiero que tomen un baño. Ya llevan un par de días viajando, así que les urge n__n
ASH: Está bien, mamá...
MAMÁ DE ASH: Adelántense, yo iré preparando todo (le da una nalgadita) Ah, usted también, Profesor Oak.
PROFESOR OAK: T____T
Los tres niños se apresuran al baño, mientras Delia va a preparar varias cosas.
Un par de minutos más tarde, Delia abre la puerta del baño y encuentra la cortina corrida y a Ash y a Max ya sentados en la bañera.
ASH: (ve venir a su madre con una esponja, unas toallas y un balde con champú y jabón) ¡Hola, Mamá!
MAMÁ DE ASH: (pone su mano en el cabello de Ash) Vaya, de verdad tenías ganas de darte un baño.
ASH: (n__n) je jee.
De pronto, Delia se da cuenta de algo, y voltea para buscar en la habitación. Pronto encuentra al Profesor Oak, sentado en un banquito y mirando al piso.
MAMÁ DE ASH: ¡Profesor Oak, aquí está!
PROFESOR OAK: ...
Delia camina hacia él, lo toma del brazo y le habla con voz entusiasta:
MAMÁ DE ASH: Profesooor, ande a meterse en la tina, es hora del baño.
PROFESOR OAK: (avergonzado) Mmmmhh...
MAMÁ DE ASH: (sonriente) Ja ja... No sea tímido, Profesor (de súbito, mete sus manos debajo de sus axilas y lo levanta) Yo le ayudaré.
El Profesor Oak se sonroja, avergonzado, mientras la mamá de Ash lo deposita en la tina.
MAMÁ DE ASH: Ahora (quitándole la bata antes de que se moje) Vamos a bañarte.
El pobre del Profesor Oak se queda de pie, sostenido de los brazos por la mamá de Ash, el agua de la tina le llega hasta las rodillas, mientras a su lado Ash y Max están cómodamente sentados.
PROFESOR OAK: O////O
Ash voltea a ver el pequeño pene del profesor y echa una risa, mientras alcanza una esponja y frota con ella el cabello de Max.
MAX: (sorprendido) ¡Oye!
ASH: Ja ja, Max, tienes que quedar muy limpio! (Lo salpica)
MAX: Hey! (lo salpica de vuelta) Ja ja ja.
Los chicos se ponen a retozar y a jugar con el agua, mientras la mamá de Ash llega con una toallita mojada de jabón.
MAMÁ DE ASH: A ver, Profesor, levante bien los brazos.
El Profesor Oak tiene las manos sobre la barriguita, y Delia tiene que tomarlo de las muñecas para que los alce uno por uno, mientras él se muere de la vergüenza.
MAMÁ DE ASH: (mientras limpia las axilas del profesor con el trapo) ¡Que no le den cosquillitas, Profesor!
PROFESOR OAK: O///O
En eso, los chicos salpican de más alcanzando a Delia.
MAMÁ DE ASH: (enojada) ¡Ash, Max, tengan más cuidado!
ASH: Está bien, mamá.
Ash y Max se calman un poco, y en vez de eso se acercan el uno al otro y tomando un jabón empiezan a tallarse entre sí.
Delia continúa lavando el cuerpo del profesor, y muy pronto lo toma de la cadera con la mano y comienza a tallar con el estropajo su espalda. El profesor cierra los ojos y se reprime un poco, los tallones son duros pero en realidad se sienten muy bien.
MAMÁ DE ASH: (tarareando) La la-lá la la, hay que dejar muy limpio a este bebé...
El profesor baja la cabeza, avergonzado.
MAMÁ DE ASH: (sorprendida) ¡ah! ¿es esto? (sonriendo) Sólo una canción que cantaba cuando bañaba a Ash de bebé, Profesor Oak. Sólo me vienen a la cabeza estos momentos. En fin, sigamos con usted, hay que lavarlo todito n__n
Delia coloca una espalda en la mano del profesor para sostenerlo mientras lo lava, y la va bajando conforme hace eso. Un ratito después, la mano de la señora ya estaba sobre la nalguita del profesor.
PROFESOR OAK: (avergonzado) Eh...Eh..? O___O
MAMÁ DE ASH: (sonriendo) ¡No se apene, Profesor, también hay que lavar muy bien su colita, aquí vamos, ¿eh? (le da un poquito la vuelta al Profesor empujándolo por la cadera)
Delia empieza a pasar el trapo sobre las nalgas del Profesor Oak, limpiando muy bien todo con el estropajo. El profesor sólo aprieta los labios resistiendo.
MAMÁ DE ASH: Je je je, no está tan mal, ¿ya ve? (sigue tallando) Ahora hay que llegar hasta el fondo de todo esto (separa un poquito la nalga del profesor).
PROFESOR OAK: (asustado) ¡No--Espe---Espere!
MAMÁ DE ASH: Vamos, Profesor, no se asuste, yo sólo...
Delia pone su mano cubierta por el trapo entre las pompitas del profesor para tallarlas, cuando de pronto siente algo pegajoso allí en medio.
MAMÁ DE ASH: (sorprendida) ¿Eh?
La señora saca su mano para observar lo que encontró y ve el trapo cubierto por una baba blanca muy viscosa.
El profesor esconde la cabeza entre los hombros mientras se pone muy rojo y apenado.
MAMÁ DE ASH: (aún muy sorprendida) ¡¿A ver...?! (le da más la vuelta)
Sorprendida y algo enojada, la Mamá de Ash echa un vistazo al ano del profesor separando un poco sus nalguitas, y ve cómo está relleno de semen. Por un par de segundos, tanto Delia como el profesor contienen sus emociones, hasta que Delia de pronto voltea lentamente hacia Ash, quien está muy a gusto jugando con Max.
MAMÁ DE ASH: (Con furia contenida) Aashh... ¿Qué estuviste haciendo con el Profesor?
ASH: (desvergonzado) Ja ja, ¡nada, Mamá! Sólo jugamos un poco.
La Mamá de Ash se queda viéndolo con ojos asesinos, pero él parece ni darse cuenta y sigue jugando con Max muy alegremente. Finalmente, Delia desiste, da un bufido y vuelve a sostener al Profesor.
MAMÁ DE ASH: (fastidiada) ¡Ay, estos niños! (sigue limpiando el trasero de Oak) Muy bien, profesor, ya casi terminamos (enjuaga el ano de Oak con una regadera) ¡Listo! (le da una fuerte nalgada) Ya puede sentarse, Profesor.
PROFESOR OAK: O///O
El Profesor toma su lugar sentado entre los dos chicos mayores, quienes siguen jugueteando sin importarles nada el baño. Tan cansado como si quisiera desaparecer, el Profesor nada más se empieza hundir lentamente, hasta dejar solamente la nariz los ojos y el cabello fuera del agua.
MAMÁ DE ASH: Suficiente juego, ¡vamos a bañarlos!
La mamá de Ash pone manos a la obra y rocía shampoo sobre las cabezas de los tres niños, empieza a tallar y muy pronto la bañera está llena hasta desbordar de nubes de espuma rosada.
MAMÁ DE ASH: (tallando la cabeza de su hijo) Vamos, Ash, hay que tallar fuertemente para que se vaya toda la mugre.
Luego pasa las manos sobre las orejas, el cuello, los hombros y la parte superior del pecho de Ash, limpiando bien todas las superficies.
Emocionado y refrescado, Ash levanta las axilas para que su mamá lo siga bañando.
MAMÁ DE ASH: (contenta) ¡Eso! ¡Así me gusta, muy bien, mi Chiquitín! n__n
Ash se ríe alegre cuando ella termina de tallarlo.
Luego de eso viene el turno de Oak, y la Mamá de Ash masajea suavemente su lacio y corto cabello, con una suavidad tal que poco a poco lo va dejando excitado. Pero cuando más comienza a disfrutarlo, de pronto ya ha acabado. Sorprendido por lo que poco que duró, el pequeño Oak saca la mitad del cuerpo de la tina y pone las manos sobre el borde, mientras observa, un poco celoso, como la mamá de Ash se ocupa de Max.
MAMÁ DE ASH: (dándole masaje a las clavículas al güerito) ¡Vaya, Max, cuánta tensión siento aquí!
MAX: (disfrutando el masaje) Eh je je, así es, Señora. Como todo campeón, a veces me siento muy presionado.
MAMÁ DE ASH: (amable) bueno, pues aquí siempre tendrás un lugar dónde relajarte.
MAX: ¡Ya lo creo, gracias!
PROFESOR OAK: ¬¬
La mamá de Ash le da dos bofetadas cariñosas a Max mientras él la observa muy contento, y luego la mujer se levanta, algo incómoda de haber estado en cuclillas tanto tiempo.
MAMÁ DE ASH: (estirando las piernas) Muy bien, ¡ahora quiero ver esos pies!
Casi al mismo tiempo, Max y Ash se dan la vuelta para verse entre sí, y de inmediato alzan una pierna sacándola de la bañera. La mamá de Ash vuelve a agacharse y con el estropajo comienza a tallar los muslos con mucho jabón, hasta que llega a los pies y por fin al pie.
ASH: (moviendo los deditos mientras su mamá le restriega las plantas con el cepillo) ¡Ji ji ji ji! ¡Hace cosquillas!
MAMÁ DE ASH: Así es, pero sólo por poco tiempo. ¡Tu turno, Max!
Max acerca el pie a la cara de la señora, sin querer dándole con suavidad en la nariz.
MAX: (apenada) ¡lo siento!
MAMÁ DE ASH: (apartándose el agua con que el pie de Max la mojó) No hay cuidado, ahora vamos a lavar tus pies.
El Profesor, mientras tanto, no sabe bien qué hacer. Es demasiado bajito para sacar una pierna sin hundirse, y se queda abrazado del borde de la bañera mientras observa a Delia bañar al beyluchador, con cara de envidia.
Al notarlo, Ash le da una nalgada en su culito esponjoso, que sobresale del agua.
ASH: ¡Tome! (con la mano en las pompitas del profesor, que están hinchadas y redondas como un durazno)
El profesor da un brinquito, y avergonzado regresa a sentarse.
MAMÁ DE ASH: Muy bien, ahora el otro.
Al Profesor no le queda de otra que observar cómo Delia vuelve a hacerlo, pasando sus largos dedos femeninos entre los deditos de los pies de los niños, que se ríen disfrutándolo bastante.
El Profesor sigue viendo con cara de hambre, hasta que por fin, la señora Ketchum termina, y de improviso pone sus ojos en él y adelanta su cuerpo rápida y peligrosamente.
MAMÁ DE ASH: ¡No creas que me olvido de ti, Sam!
El profesor no tiene ni chance de reaccionar, cuando la mujer mete por completo sus brazos debajo del agua (con la blusa bien arremangada) y los maniobra entre las piernas del pequeño.
Las manos de Delia invaden las ingles de Oak mientras éste se estremece de nervios, tallándolas muy bien con el jabón, y accidentalmente tocando varias veces el pequeño paquetito del profesor con las muñecas.
El pequeño Oak siente cómo su penecito se pone un poquito firme, mientras la mamá de Ash sujeta entre sus manos las dos piernas del chico y las va bajando lentamente conforme lava sus muslos, rodillitas y los talones. Por último, sostiene entre sus manos los piecitos de Oak y los talla de jabón entre sus dedos. Extasiado, Oak no puede evitar apretar los deditos de sus pies un poco, hasta que la señora Ketchum termina, restregando bien las plantas de sus pies hasta dejarlas relucientes.
Por fin, Delia suelta sus pies y saca los brazos del agua. Algo cansada, vuelve a ponerse de pie y la señora suspira, mientras se quita el cabello mojado de la frente.
MAMÁ DE ASH: ¡Uff! Eso fue bastante intenso, pero creo que ya lo dejamos bien limpio, profesor.
El profesor la mira, sentado, sin comprender bien lo que sintió al respecto. Max y Ash, reclinados en la tina, la observan sonriendo, satisfechos.
MAMÁ DE ASH: Bueno, ahora a lo que sigue: (gritando) ¡Presenten colas!
Sin pensarlo dos veces, Max y Ash se dan la vuelta, se sujetan del borde de la tina con las manos y levantan bien sus culos sacándolos del agua.
Delia ve con buenos ojos cómo esos grandes traseros de chico emergen, y se apresta a restregarlos bien con el cepillo. Los dos se ríen zendamente mientras sujetándolos de la nalga con una mano, la señora talla bastante bien toda la piel de sus glúteos, dejándolos limpios y frescos.
MAX: ¡Guau, Ash, tú mamá es una estupenda bañadora!
ASH: (orgulloso) ¡Ya lo sé! Nadie es tan buena y abnegada como mi mamá para esto.
El pobre del Profesor también quisiera sentir las manitas de Delia sobre su trasero. Luego de pensarlo un par de veces y estar algo incómodo al respecto, por fin Oak se atreve, y de un salto se levanta, para sumergirse por completo en la tina e inclinarse lo más que puede hasta que su pequeño y hermoso culito rosado sale a la superficie.
Delia sigue trabajando sobre los traseros de Ash y Max, hasta que voltea a ver las nalguitas bamboleantes de Oak, en el centro de los dos. Enternecida, observa cómo el pobre traserito del Profesor tiembla un poco, como queriendo llamar su atención, pero más bien seguro debido al esfuerzo que está haciendo Sam por levantar el culito.
Sonriendo un poco enternecida, la madre de Ash estira el brazo hacia las pompis de Oak y le da un par de nalgaditas cariñosas.
MAMÁ DE ASH: Je je, puede relajarse, profesor Oak, a usted ya se lo lavé ^^U
Por fin Oak se deja ir y un poco decepcionado vuelve a su posición.
MAMÁ DE ASH: Buen ya terminamos n__n
... La mamá de Ash declara luego de terminar con los traseros de Ash y Max, los cuales dejó bien limpios y refrescados.
MAMÁ DE ASH: Así que es hora de salir de la ducha, no quiero que les quedé la piel como un Walrein.
Dicho esto, los tres chicos se quedan agarrados del borde de la bañera, mientras la mamá de Ash se levanta, camina hacia los cajones y regresa con unas toallas. Delia regresa caminando al cuarto de baño, deja algunas de las toallas en un mueble, y se para frente a los chicos a un par de la piscina, con una toalla rosa extendida y bien abierta entre sus manos, sujetándola por las puntas.
MAMÁ DE ASH: ¡Muy bien, Ash, tú vas primero!
Emocionado, el chico se levanta de la tina con un poderoso salto, y da una marometa desnudo en el aire cubriendo un gran espacio, hasta aterrizar entre los brazos de su madre, que lo recibe envolviéndolo en la toalla.
MAMÁ DE ASH: ¡Uup! Eso es, chiquitín :D
La mamá de Ash empieza a secar bien la cabeza del chico restregándola contra el paño, quien ronronea como un gatito, y se lo lleva en brazos fuera de la habitación. Desde luego, la toalla es demasiado pequeña para cubrirlo completo, y sus pequeñas nalguitas quedan expuestas a la vista de los otros dos muchachos.
Al poco tiempo, Delia regresa con otra toalla, una de color azul celeste, y se vuelva a colocar en posición.
MAMÁ DE ASH: ¡Max, tu turno!
El beyluchador trepa un pie sobre la orilla de la tina, y se impulsa para dar otro gran salto como el de Ash, incluyendo una voltereta mortal, mientras su pene muy largo y erecto bambolea en el aire, y Delia realiza otra perfecta atrapada.
MAMÁ DE ASH: ¡Muy bien, Max!
De nueva cuenta, la señora seca al chico y lo aprieta contra su seno, quien reconfortado por la presencia materna cierra los ojos como quien se prepara para dormir, mientras la señora lo saca de la habitación.
El Profesor Oak se pone nervioso cuando ve que pronto será su turno, pero al volver Delia al baño, por suerte recorre la distancia completa hacia la tina y se para justo frente a él.
MAMÁ DE ASH: Profesor, ya es ahora (dice cordialmente)
Oak se pone de pie sobre la tina, contemplando su cuerpo infantil, bajito, suave y un poco gordito, y se sonroja. La mamá lo levanta por las axilas con una toalla de color verde y lo lleva en brazos hacia la otra habitación, donde están los otros dos niños.
MAMÁ DE ASH: Espero que esperara que hiciera lo mismo que con mi hijo y Max, Profesor. Ellos ya están grandes y pueden salir solos de la tina, pero me hubiera lamentado si usted lo hubiera intentado y se hubiera roto la cabeza.
PROFESOR OAK: O///O
Cruzando el corredor Delia empuja una puerta blanca de manera con su mano y por fin entran a la habitación. Oak observa a los dos chicos sobre una cama matrimonial cubierta con sábanas blancas, boca abajo y de rodillas mientras charlan animadamente.
ASH: (sonriendo) ¡Ya viene mamá!
Delia pasa de ellos y levanta de nuevo al pequeño Oak por las axilas y lo para sobre lo que parece una mesita para cambiar bebés, junto a la pared y bastante alejado de los otros dos chicos.
El niñito ya ha quedado seco y la mamá le retira la toalla, provocando que Oak vuelva a sonrojarse, al observarse de pie, con su barriguita y su diminuto pene totalmente expuestos. Por suerte, no está en el rango de visión de Max y Ash, a quienes teme.
MAMÁ DE ASH: En un segundo vuelvo, profesor.
Oak se queda de pie unos segundos, hasta que decide sentarse. Al poco tiempo regresa la madre de Ash cargando una bolsa de pañales, un bote de talco y unas cuantas cosas más, y se dirige a la cama donde se encuentran Ash y Max.
MAMÁ DE ASH: (alegre) ¡Aaash, espero que ya estés listo...!
De inmediato Ash gira la cabeza y ve a su mamá venir, y como si fuera un resorte levanta el culo y se pone a contonearlo frente a ella.
ASH: ¡Claro que sí, mamá!
MAMÁ DE ASH: (desenvolviendo un pañal) Vaya, en verdad que le gusta a mi hijo que le ponga sus pañalitos (toma una pequeño botella con crema para la piel y se embadurna las manos) Muy bien, aquí vamos.
Max observa interesado como la mamá de Ash dirige las manos hacia las pompis de su hijo.
ASH: (tiembla al sentir la crema húmeda piel sobre la piel de sus nalgas) Brrr, está fría.
MAMÁ DE ASH: Ja ja, aguanta, Ash, no quiero que te roces.
Delia embadurna bien la cola de Ash con crema, untando bien sus nalguitas, las ingles y pasando el canto de las manos entre las dos pompis del chico. Finaleza sujetando bien el pene y el escroto de Ash entre sus dedos cubiertos de crema y dejándolo deslizarse hasta que queda perfectamente lubricado.
A continuación, la mamá del entrenador levanta el bote con talco y lo apunta a la cola de Ash.
MAMÁ DE ASH: Muy bien, ahora el talquito.
La señora agita el bote de arriba abajo, lanzando una nube de polvo blanco que se posa sobre el culito de Ash, como si nevara sobre él.
El muchachito, emocionado, empieza a mover el trasero de un lado a otro
ASH: Ja ja ja ja.
Delia suelta unas risitas al ver a su hijo disfrutar la lluvia de talco, hasta que la cola de Ash queda ya bien cubierta. Sin embargo, Ash no para de mover su fundillo, todavía muy divertido.
PROFESOR OAK: Ja ja, ya Ash, basta (le pega una nalgadita) Ahora voy a ponerte el pañal.
La mujer toma el pañal y lo coloca hábilmente cubriendo el pene de su hijo. Con una rápida maniobra lo envuelve alrededor de la cintura por detrás, lo cierra por detrás de sus nalguitas morenas y lo cierra con las cintas de seguridad.
MAMÁ DE ASH: (contenta) Ahora ya estás listo.
Ash se da la vuelta de inmediato y abraza a su madre, quien lo acuna un poco entre sus brazos, mimándolo, y le da unas palmaditas en la espalda.
MAMÁ DE ASH: (le da un beso tronado a Ash en la mejilla) Bueno, bebé, ahora déjame atender a Max.
ASH: (feliz) Sí, mamá.
El pequeño beyluchador, algo cansado, se queda bien tendido sobre la cama, y el Profesor Oak observa desde su puesto como la mamá de Ash le llena el traserito de talco y polvo.
Max no opone ninguna resistencia cuando Delia mete la mano por debajo de su barriguita y lo levanta por la cadera para ponerle el pañal, y finalmente los dos jóvenes quedan con sus abultados pañales bien puestos y listos para dormir.
Eso quiere decir que es el turno del Profesor Oak.
MAMÁ DE ASH: (camina hacia él con la bandeja con cosas) Ahora sólo falta usted, Profesor Oak.
Algo nervioso, Oak cruza los tobillos al ver venir a la mujer, quien coloca la bandeja en un mueble a un lado, y sin decir mucho atrapa los dos tobillos del pequeño profesor en una mano.
MAMÁ DE ASH: (amable) Necesito que se recueste.
Todavía temeroso, el Profesor obedece y se tira boca arriba lentamente. Con gran habilidad, Delia levanta los piecitos del Profesor por los tobillos, mientras se llena la otra mano de crema, y pronto la lleva a las ingles del profesor para untarlas.
El pobre de Oak da un brinquito de escalofrío cuando la pasta fría y viscosa comienza a cubrir sus partes privadas, pero Delia es bastante cuidadosa al respecto y no le toma más que unos segundos para cubrir sus nalguitas con la mezcla.
A continuación, la señora toma el bote con talco y con unos golpecitos lo hace nevar sobre el pequeño traserín del profesor. Oak se siente algo avergonzado, con su diminuto pene y sus lindas nalguitas siendo observadas y tratadas por una señora que siempre había sido mayor que él. Tratando de contener los nervios, se aprieta los dedos de las dos manos con ansia.
MAMÁ DE ASH: Muy bien, Profesor, qué bien se está portando. Ya vamos a terminar.
Aunque Oak sólo espera que Delia termina de ponerle el pañal, pero para su sorpresa, las manos de la señora en vez de eso lo sujetan por la cadera y lo levanta con un empujoncito.
MAMÁ DE ASH: Ahora, vamos a vestirte, Sam (lo sienta sobre la mesa de cambio)
Oak todavía no termina de entender, cuando Delia empuja una extraña prenda a través de sus piernas hasta que alcanza sus rodillas, y volviendo a tomarlo por la cadera lo pone de pie y acaba de subirle la prenda hasta que le ajusta a la cintura y lo cubre por completo.
PROFESOR OAK: (confundido) ¿Qué es... esto?
La cosa que le puso parece casi tan ligera como un calzón, pero su textura es fibrosa por dentro y luce plástica por fuera. Más aún, tiene un color entre rosado y azul, y diseños de flores y plantas, con una caricatura de un Oddish y un Growlith alegres al frente.
MAMÁ DE ASH: n___n Son calzoncitos entrenadores.
Mientras continúa explicando, toma la prenda por los elásticos de la cadera y se los baja al profesor hasta los muslos, dejando al descubierto su penecito.
PROFESOR OAK: ¡Uaaaah! (asustado, se cubre allí con la mano)
MAMÁ DE ASH: ¿Lo ve? Tienen elásticos y así puede subirlos y bajarlos.
El profesor observa mejor la prenda y ve que es prácticamente un pañal, sólo que menos grueso y encogido al tamaño de una trusa, que le ajusta de la entrepierna en forma masculina.
Aunque aún no sabe si debe sentirse más avergonzado o menos por usar eso en vez de un pañal.
MAMÁ DE ASH: Inténtelo.
Un poco avergonzado, Oak se agacha poquito y empieza a subirse el calzoncito hasta ponérselo de nuevo.
MAMÁ DE ASH: ¿Lo ve? (levantando un dedo y guiñando un ojo) Mi hijo y su amigo son aún muy inmaduros y apegados a los pañales, profesor... Pero creo que usted ya es un niño grande y puede con uno de estos.
PROFESOR OAK: O////O
Finalmente, Delia vuelve a tomar por las axilas al profesor, y se dirige con él al centro del cuarto.
MAMÁ DE ASH: ¡Vamos!
Ash se dirige de inmediato a su mamá en cuanto la ve llegar. El Profesor Oak viene caminando graciosamente a su lado, su altura apenas alcanzando la cadera de la señora.
ASH: ¡Mamá!
MAMÁ DE ASH: Bueno, creo que ya es hora de dormir, chiquitines.
MAX: ¿Sam va a dormir con nosotros?
Asustado, el Profesor Oak se oculta detrás de las piernas de la madre, quien de inmediato le rodea los hombros con un brazo.
MAMÁ DE ASH: Mmmm... No. El Profesor dormirá conmigo. Ahora, vamos a arroparlos y apagar la luz.
La señora no se tarda nada en ponerles la cobija a Max y a su hijo, le da un peso en la frente a ambos y se dirige a apagar la luz.
MAMÁ DE ASH: Buenas noches, bebés.
El Profesor Oak no puede evitar sentirse fascinado hacia esa gran mujer, que hace todo por sus hijos, y se sonroja un poco al quedársele mirando mientras camina fuera, abrazado de ella, al salir de la habitación.
MAMÁ DE ASH: (cerrando la puerta) Bueno, Profesor, ¿vamos a la cama?
MIENTRAS TANTO
Es de noche, y Rei ha vuelto al lugar de los hechos, el Bosque Misterioso donde se encontraron por primera vez con los Ghastlies y todo comenzó.
Los árboles lucen sombríos, y la noche es bastante oscura, con algunos Hooth-Hooth cantando a lo lejos, aunque el Beyluchador no parece demasiado asustado.
REI: Creo que ya estoy cerca de la casa misteriosa... Espero encontrar allí algo que me ayude a romper la maldición de los chicos.
El joven da unos pasos y cruza unos matorrales, hasta que ve a unos metros de ahí la casa abandonada, tal como la recuerda.
REI: ¡Ajá!
Rei apresura el paso, y ya se encuentra cerca, cuando escucha un ruido en los arbustos del jardín tenebroso.
REI: ¡¿Eh?!
El beyluchador se para en seco, y se lleva una mano al cinturón en busca de su beyblade, esperando lo peor. Los arbustos comienzan a revolverse frente a él, como si algo se acercara a través de ellos.
REI: (Alerta) ¡¿Quién... Quién está allí?
Por fin, una sombra empieza a surgir, y Rei observa listo para luchar... Pero para su sorpresa, ésta sombra tiene forma humana... ¡Y una conocida!
SOMBRA: (misteriosa) Hola, Rei...
REI: ¡Tú!
Del arbusto surge una chica morena con ojos de gato, vestida con un mono de color rosa claro y unos botines. Su cabello es largo y también de color rosa, coronado por un moño inconfundible.
REI: ¡Mariah! ¿Qué haces tú aquí?
Rei no es capaz de distinguir si se trata de ella o de un pokémon, ya que ya anteriormente los Haunter los engañaron con sus ilusiones, pero algo le dice que es la chica que conoce. Mariah aún así luce sospechosa, y lo mira con ojos traviesos.
MARIAH: Rei... He viajado buscándote tanto tiempo... Ya es hora de que regreses a donde perteneces.
Rei de inmediato se pone en postura de defensa.
MARIAH: Vuelve con nosotros, a la aldea a la que perteneces.
REI: ¡¿Otra vez?! ¡Déjate de esas tonterías, mujer! Te dije que tengo una vocación y un equipo, tendrás que arreglártela sin mí.
MARIAH: Muy bien... Entonces tendré que obligarte a la fuerza (Se lleva la mano a su cinturón, con un movimiento rápido).
Tan pronto la ve sacar la mano, Rei saca también su beyblade, y lo lanza al ataque.
REI: ¡Será como quieras! ¡Vamos, Drigger!
El beyblade de Rei empieza a girar hacia Mariah, pero ésta no parece nada impresionada.
MARIAH: (Divertida) Ja ja ja... Si crees que me vencerás con eso, entonces te tengo una sorpresa.
Por fin, la chica abre la mano, revelando que lo que sacó de su cinturón no es lo que Rei pensaba. En vez de eso, en su palma hay una pokébola, la cual de inmediato crece, y Mariah la arroja.
MARIAH: ¡Ve!
REI: ¡¿?!
MARIAH: ¡¡Ghastly!!
En medio de una luz, un Ghastly sale de la pokébola y se queda flotando frente a Mariah, quien lo ve muy autoconfidente, con los manos en la cintura.
REI: ¿Tú eres... una entrenadora pokémon?
MARIAH: Ja ja ja, digamos que tengo muchos talentos... Llegué hasta acá buscando pokémon raros, y ahora atrapé uno de los mejores.
Al escuchar cómo su enemiga presume, Rei de inmediato se recupera de su sorpresa, y algo irritado decide retarla.
REI: ¡Pues con pokémon o sin él, mi Drigger te aplastará! ¡¡Adelante!!
El Beyblade sale rodando hacia el Ghastly, y se despega del suelo para embestirlo a gran velocidad... ¡Pero para sorpresa del Blade Breaker, el trompo pasa a través de él, como si de aire se tratara!
REI: (sorprendido) ¡¿Qué?!
El Ghastly lo mira sacando la lengua, mientras sigue flotando en su lugar.
MARIAH: Ja ja ja ja, si serás un idiota, Rei. ¡Los pokémon fantasma son inmunes a ataques físicos! (la chica hace una pose de desplante, presumiendo ante el Blade Breaker) En verdad que no sabes nada sobre pokémons. Sería mejor que te rindieras en este momento y vinieras conmigo por las buenas, Rei...
REI: ¡Ni en sueños! ¡Encontraré una manera de vencerte! (haciendo fuerza) ¡¡Vamos, Drigger...!!
En medio de una cascada de luz, el gigantesco y poderoso tigre que es la Bestia Bit de Rei surge con un rugido que resuena todo el bosque, con sus musculosas patas y sus afilados colmillos listos para la batalla.
DRIGGER: ¡¡Grrrroooooaaaarrrr.!!
MARIAH: Muy bien si así gustas, pero ya te lo advertí... Vendrás conmigo, de una forma o de otra... Ghastly, ¡Usa Maldición!
El Ghastly de inmediato comienza a cubrirse de sombras, y una bola de sombras surge de él, dirigiéndose hacia Drigger, que mira impresionado.
REI: ¡¡Drigger...!!
Pero es demasiado tarde. La bola de sombras cubre a Drigger, quien confundido comienza a observarse a sí mismo conforme las tinieblas lo cubren. Con un rugido de confusión, el imponente tigre comienza a achicarse, para sorpresa del entrenador, pero pronto su silueta está tan cubierta de oscuridad, que el entrenador no puede ver qué sucede.
REI: ¡¿Qué?!
MARIAH: ¡¿Ves?! Te lo dije, mi Ghastly es superior...
La esfera se achica y sigue achicando, reduciendo al monte que era Drigger al tamaño de una pelota, y entonces las sombras empiezan a despejarse... ¡Y ante los ojos incrédulos del entrenador, de lo que era Drigger no queda apenas una cosa! ¡En su lugar se encuentra un pequeño y debilucho gatito bebé, que llora a maullidos por su poder perdido!
Rei casi se ha hecho en los pantalones de la terrible sorpresa.
REI: ¿Dr—Drigger...?
Mariah continúa riendo orgullosa, ahora con los brazos cruzados.
MARIAH: Ja ja ja ja, parece que de tu gran tigre ahora sólo queda un gatito miedoso, Rei...
Un par de lágrimas surgen de los ojos del beyluchador, que comienza a llenarse de furia cuando ve su orgullo herido.
MARIAH: ¿Ahora sí te rendirás y vendrás conmigo?
Rei tiembla en su lugar, lleno de rabia impotente. No acepta que ha perdido contra la chica, y parece dispuesto a cualquier cosa.
REI: (en voz baja) Jamás... (en voz más alta) Jamás... (gritando) ¡¡NUNCA!! ¡¡JAMÁS ME DEJARÉ DE TI!!
Rei se avienta en un impulso hacia Mariah, tratando de atacarla, pero el espacio que los separa es bastante grande.
MARIAH: (sonriendo, con los ojos entrecerrados) Muy bien, si así lo pediste... (levanta el índice y apunta hacia Rei) ¡Ghastly, Maldición!
Frente a Rei, Ghastly se hace visible como si se hubiera teletransportado, y unas ondas oscuras surgen de él, nublando la visión del joven Blade Breaker. Cegado y paralizado, Rei cae de rodillas frente a Mariah, mientras la maldición hace su efecto.
Pronto el joven se siente debilitado y se pone en cuatro patas frente a ella, que sigue observándolo con los brazos cruzados, divertida, mientras el cuerpo de Rei se siente cada vez más débil...
MARIAH: Te dije que te llevaría... De una FORMA, u otra.
Rei apenas y puede oír ya, mientras su cuerpo se sacude en espasmos. Pronto empieza a sentir que su cuerpo se reduce, la ropa le queda cada vez más grande, y sus pantalones se caen... Lo último que alcanza a oír al final es la risa apagada de Mariah...
Un minuto después, los ojos de Rei se abren, como si fuera la primera vez... Observa todo borroso, y mucho más grande que antes. En el césped, su beyblade y su ropa, tirados, y avanza con dificultad.
Mariah mira hacia abajo, observando al pequeño bebé desnudo salir de su pila de ropa gateando, con su culo gordito bien levantado, mientras se abraza de su bota como buscando a su madre. La ex-beyluchadora sonríe complacida, y se agacha para tomar a Rei.
Mariah recoge al ahora bebé Rei del suelo, y lo toma entre sus brazos. Está pequeño, débil y gordito, y la chica no puede evitar acariciar la mejilla del pequeño con su dedo. El bebé tiene frío y se aprieta contra su seno.
La joven se da la vuelta, y se aleja por donde vino, en silencio.
MARIAH: Muy bien, Rei... Es hora de que vuelvas conmigo a la aldea...
Y así, el ex-beyluchador y la nueva maestra pokémon desaparecen juntos a través del bosque.
12 HORAS MÁS TARDE
A la mañana siguiente, en Pueblo Paleta, nuestros héroes están listos para volver a emprender camino. Con sus pañales blancos repelentes bien ajustados, Ash y Max han pasado una excelente noche, desayunaron y se proveyeron de cosas para el viaje; junto a ellos, va el pequeño Profesor Oak, en sus calzoncitos y ya sin su bata, quien tendrá que acompañarlos para fabricar una nueva máquina des-maldecidora en el Centro Pokémon.
El trío se agolpa frente a la puerta de la casa de Ash, listo para despedirse de su anfitriona. Se colocaron en fila india, esperando que Delia saliera. La señora llegó, y se fue despidiendo de los chicos uno por uno.
MAX: ¡Mucho gusto en conocerla, señora Ketchum!
ASH: ¡Nos veremos más tarde, mamá! ¡Ya quiero volver a visitarte!
Delia los observa con gran orgullo, y les da los últimos saludos.
MAMÁ DE ASH: Lo mismo digo, muchachos...
Avanzó hacia el Profesor Oak, que ahora se paraba recto y muy contento y sonriente, con las manos detrás de la espalda, esperándola y exhibiendo orgulloso sus calzoncitos de pañal.
MAMÁ DE ASH: Profesor, espero que tenga un viaje...
Le dio unos golpecitos en la cabeza, que Oak recibió con gusto y orgulloso. Luego se volvió hacia Max.
MAMÁ DE ASH: Ah, y Max...
MAX: ¿Sí, señora?
MAMÁ DE ASH: (se inclina hacia él) No olvides cambiarle a Ash el ya sabes qué todos los días (levanta el índice y le guiña el ojo)
ASH: (sorprendido y sonrojado) ¡¿Uaaah?!
El trío de muchachos se aleja así por el camino, sin dejar de despedirse de la mamá de Ash, agitando la mano hasta que se pierden en el horizonte...
La Aventura Parte II (Beyblade x Pokémon: The Diapered Adventures)
by: malom_shlasters | Complete Story | Last updated Jan 31, 2014
Stories of Age/Time Transformation