La Aventura Parte II (Beyblade x Pokémon: The Diapered Adventures)

by: malom_shlasters | Complete Story | Last updated Jan 31, 2014


Chapter 5
Capítulo 5


Chapter Description: Ash and Max meet Professor Oak


A las entradas de Pueblo Paleta

Dos chicos vestidos cada uno con un gran pañal, cruzaron la frontera caminando, juntos como pareja.

ASH: (radiante) ¡Ah, ya llegamos!

MAX: ¿Esta es tu ciudad?

ASH: Es un pueblo, Pueblo Paleta. Aquí es donde nací y me críe, antes de ser un entrenador pokémon.

MAX: Vaya, es más pequeño de lo que imaginaba (pensativo) entonces, ¿dices que aquí hay un científico que puede ayudarnos?

ASH: (andando) ¡Sí! Es mi buen amigo el profesor Oak. Él sabe todo sobre pokémons y seguro sabrá cómo curar a nuestros amigos de la enfermedad que el Haunter les transmitió.

Los dos chicos corren a pie descalzo sobre la grama, hasta llegar al laboratorio.

DENTRO

El profesor Oak bebe una taza de café, sentado sobre la silla de su escritorio y con los pies encima de la mesa. En eso, se enciende el comunicador. Oak voltea, y ve en el monitor a un chico conocido, con el torso desnudo, frente a su pórtico, y detrás a un muchachito rubio a quien no conoce.

OAK: (gratamente sorprendido) Ah, Ash, qué sorpresa que hayas venido aquí.

ASH: (sonriendo) Gusto en verlo, profesor Oak. Se suscitó una emergencia, unos amigos fueron afectados por un pokémon... Ah, él es Max.

Max saluda poniendo el signo de la victoria frente al monitor.

OAK: Mmm... Pues pasen, para que hablemos al respecto.

Las puertas se abren con un zumbido de alarma y Max y Ash pasan dentro.

MAX: (viendo los retratos de las paredes) vaya, cuántas criaturas veo aquí, en verdad no mentías cuando decías que el Profesor era un especialista.

ASH: Je je, ¿ya ves? Oak es un científico, y también se dedica a cuidar algunos de mis pokémons, ¿quieres verlo?

Ash presiona un botón de la puerta y se abre la pasada a un hábitat de jardín. Dentro, un raro cangrejo gigante se encuentra de espaldas.

ASH: ¡Ese es mi Kingler!

MAX: ¡Guau, qué enorme cangrejo! (se acerca para saludarlo)

ASH: (alarmado) Max, ¡cuidado!

El cangrejo con gran rapidez se da la vuelta, y lanza su pinza hacia el chico rubio, pero Ash llega a tiempo para apartarlo de allí.

ASH: (sujetando a Max y arrastrándolo fuera) Estos pokémon pueden ser algo agresivos cuando no te conocen... Ven, sigamos adelante.

Llegan a la oficina de Oak, y tocan la puerta. Sin dilatar un par de segundos, el Profesor Oak se apresura a abrir.

OAK: Ah, aquí están, siéntense.

El profesor viste su ropa de costumbre: pantalón beige con un cinturón negro, zapato formal, una camisa café y su bata de laboratorio. En realidad, parece no envejecer.

Los niños se sientan en dos sillones verdes, y Oak sobre su escritorio.

OAK: Muy bien, ¿me dirán qué fue lo que ocurrió?

Los chicos cuentan la historia, y al rato:

OAK: Ahh... ¿Así que un Haunter? (Pensando) Los pokémon fantasma son un tipo muy muy raro...

MAX: (nervioso) ¿Cree que haya una cura para Tyson y Kai?

OAK: (pensando) Mmm... Déjenme recordar... Creo haber leído un caso acerca de... (de pronto, se le prende el foco) ¡Ah, ah sí!

ASH: ¿Qué es, profesor? ¿Alguna medicina?

Oak se levanta de su asiento, y parece listo para salir.

OAK: No, no es eso... Verán, la pérdida de niveles es un estátus que infligen ciertos pokémon con sus ataques... Aunque es raro que estas enfermedades afecten a humanos, existe una forma de curarlos... Y no, no se trata de una medicina (se dirige a la puerta) Vengan, acompáñenme.

Oak guía a los niños a través de un corredor, hasta llegar a una de sus salas de laboratorio, repletas de diferentes máquinas metálicas, algunas chicas y otras grandes.

Oak se dirige al fondo, y luego de pensar un poco, parece tener una idea y recorre una cortina que cubría una máquina enorme.

OAK: Esto... Esta es.

ASH: ¿Para qué es esa máquina, profesor?

OAK: ¡Ash! Me sorprende que no sepas qué es, ¿acaso nunca te has encontrado con una?

ASH: (avergonzado) Mmm, no... Creo que no.

OAK: Como tú sabes, en los centros pokémon existen máquinas especiales en que los pokémon se recuperan dentro de sus pokébolas. Son como pequeñas parrillas donde pueden colocarse hasta seis pokémon. Pues bien, esa es la forma más práctica de hacerlo, pero antes de que se inventaran, existían estas otras (señala un gran tanque de contención con una computadora al frente) En estas máquinas se introducen pokémon completos para curarlos.

Los dos chicos se quedan con la boca abierta al ver la complicada máquina, que parece un tubo de vidrio transparente.

ASH Y MAX: OOOOOHHHH...

OAK: Ajá, dentro de esta cápsula son emitidas radiaciones que destruyen las impurezas en los tejidos del ADN pokémon y así le ayudan a recuperarse de microorganismos y otros efectos.

Ash observa la máquina como estúpido, hasta que se percata de un grueso tubo de metal que surge de la parte superior, y siguiéndolo... ¡dirige hacia otra cápsula!

ASH: Profesor, ¿y la otra cápsula, para qué es?

OAK: A eso voy, Ash. En esta otra cápsula puede colocarse un pokémon sano, de manera que se usen sus signos vitales “normales” para comparar con los del pokémon infectado y curarlo. Es un procedimiento bastante normal.

MAX: Oiga, profesor, ¿y cree que esto funcione en los humanos?

OAK: Eso creo. Esta máquina está perfectamente calibrada para curar del estátus de pérdida de nivel... Y como se trata de una enfermedad pokémon, aunque el paciente sea humano, la máquina detectará los microorganismos pokémon implicados y los purgará... De esa manera curando al sujeto.

MAX Y ASH aplauden de la emoción

MAX Y ASH: ¡¡BRAAVOO!!

ASH: (coloca una mano sobre el hombro del doctor) Usted es un genio, profesor.

OAK: (guiña un ojo y sonríe, un brillo fuerte surge de uno de sus dientes) Lo sé.

Max llega caminando entonces, y cubre su boca con una mano.

MAX: (preocupado) Pero usted dijo que esta máquina es muy vieja... ¿Cree que todavía funcione?

OAK: Apostaría mi trasero, je je... Verán, les demostraré cómo funciona con un experimento.

MAX Y ASH: ¿Un experimento?

OAK se sienta en la cabina de la computadora y empieza a teclear.

OAK: Así es. Verán, yo mismo me inoculé en alguna ocasión un virus fantasma, como parte de un experimento. Así que si me meto dentro de esta máquina, funcionará sobre mí.

MAX y ASH se quedan con los ojos cuadrados.

ASH: ¡Guuaaaauuu!

MAX: (curioso) ¿pero si usted no está enfermo, entonces qué hará la máquina?

OAK: (guiñando el ojo) Bueno, no le digan a nadie pero este es un descubrimiento que hice en secreto.... Tan secreto, que hasta ya se me había olvidado.

MAX y ASH se acercan, curiosos.

OAK: La máquina no puede solamente curar al individuo de la pérdida de nivel o edad... También puede revertirla.

MAX Y ASH: (emocionados) ¡GUAAU!

OAK: Je je, desde luego, es algo que podría ser peligroso, así que lo oculté. Pero ahora, que estoy algo cansado, creo que me vendría bien volver a experimentar con eso.

MAX y ASH se miran entre ellos, riendo emocionados por presenciar el experimento.

ASH: Profesor, eso es increíble. ¿Necesita ayuda?

OAK: Claro que sí, de hecho, qué suerte que están aquí. Usaré la segunda cápsula para que los detecte como los pokémon “sanos”... De esa forma, podré rejuvenecer con ayuda del experimento, hasta volverme alguien de la edad de ustedes.

ASH y MAX vuelven a verse, sonrojados de la emoción.

OAK: (tecleando) Ahora, la máquina debe de estar activada... En uno, dos...

Luces interiores se encienden dentro de las cápsulas, con un ruido mecánico emocionante.

OAK: Allí está. Ahora, háganme el favor de pasar hacia allá (señala la puerta de la segunda cápsula)

Riendo, Max y Ash caminan, y abren la puerta de la cabina. Oak sigue mirando la pantalla, y tecleando, concentrado.

OAK: Quítense los pañales.

Con algunas risitas, los dos muchachos se desabrochan sus grandes pañales y se los bajan, dejándonos en el suelo. Luego, meten la pierna y la cabina y entran, quedándose parados desnudos dentro.

MAX Y ASH: (con una sonrisa de emoción) ¿Listo profesor?

OAK: Allí voy.

Oak presiona un par de teclas más y baja una palanca, y una luz rosada intermitente empieza a iluminar la cabina por dentro. Ash y Max voltean para todos lados, fascinados.

OAK: Ahora el escáner de la máquina detectará sus edades.

Los dos chicos ríen, sintiendo el extraño fluir de la energía de la máquina.

Oak presiona un par de botones y sube otra palanca, y luego camina hacia la primera cápsula.

OAK: (abriendo la puerta de la cabina) Muy bien, es mi turno (Entra y cierra detrás de él) En unos segundos, el efecto tendrá lugar... Prepárense para contemplar la magia.

Ash y Max se abrazan mientras siguen riendo, y la luz de la máquina comienza a correr más y más fuerte. En eso, Ash voltea a un lado y en la parte inferior de la cabina descubre un pequeño panel.

El aparato parece una calculadora, y tiene una pantalla y un teclado numérico. Ash lo observa con curiosidad y ve que dice “11”. Entonces, voltea a la cabina donde se encuentra de pie el profesor Oak, vuelve a voltear al panel, y con un rostro de travesura, presiona “borrar” y otro botón.

Ignorando todo lo que Ash acaba de hacer, el profesor sigue de pie, y alza la vista, mientras el sensor de su cabina empieza a lanzar destellos.

OAK: ¡Aquí vieneeee!

Una poderosa luz llena toda la cabina, refulgiendo con una gran energía amarilla. Max y Ash se cubren los ojos, deslumbrados, y el rayo se prolonga durante cinco, seis, siete segundos...

Entonces, una alarma común que escuchan a menudo en los centros pokémon cuando los pokémon acaban de curarse suena, y la puerta de la cápsula de Ash y Max se abre. Los dos chicos desnudos salen corriendo hasta donde está Oak; esperando conocer el resultado, se plantan frente a la puerta. Un sonido de vapor suena cuando la cabina de Oak se despresuriza, y lentamente comienza a abrirse, con una niebla blanca fluyendo desde su interior.

La niebla, poco a poco se disipa, y dentro, pueden percibir una nueva figura, mucho más baja de estatura que el profesor Oak que conocen...

ASH Y MAX: Je je je...

La neblina se disipa por completo, y entre un montón de ropa grande que está casi tirada por el suelo, un chiquillo varón de apenas un metro de altura florece como si se tratara de una flor.

OAK: (Agitando las grandes mangas de su bata) ¡Cof, cof!

El chico tiene un ligero parecido a Oak, pero sólo unos seis años de edad: Su cabello es castaño, y largo, peinado como en picos que caen por la gravedad. Tiene los ojos cerrados, la carita hermosa y redondeada, los cachetes chapeados y con hoyuelos, y tal vez si le quitáramos a Oak las bolsas de los párpados, las arrugas y la dureza de mandíbula, se vería muy similar a él.

La parte inferior del niño está cubierta por los pantalones y la camisa de Oak, pero éste lleva su torso núbil y flacucho desnudo, la bata le resbala de los hombros y las mangas cubren por mucho sus manos. Dos pequeños pezones rosados que lucen tiernos como si fueran de goma, se exhiben impúdicos en medio del pecho.

ASH y MAX: Je je je je....

Oak abre por fin sus grandes ojos de color azul, uno a la vez, y contempla su transformación.

OAK: (alarmado) ¡¿Eh?! ¿Qué pasó...? ¿Por qué soy tan...?

ASH y MAX: (al unísono) ¡¿Pequeño?!

Oak mira a ambos lados, sin poder creerlo ni acostumbrarse a su nuevo cuerpo, mucho más pequeño que lo normal.

OAK: (desesperado) ¡Se suponía que tuviera...!

Ansioso, Oak trata de dar un paso, pero tropieza con el cinturón de sus pantalones y cae de bruces sobre el piso, su culito empinado y desnudo al aire. Se ha liberado de sus otras prendas, ahora sólo cubierto por la enorme bata de laboratorio.

ASH y MAX: ¿... Once?

Intrigado, el profesor voltea a ver a los dos chicos que usó de sujetos de prueba, y encuentra que tiene verlos hacia arriba.

Los dos muchachos desnudos lo miran, con los brazos cruzados, desde arriba, sus penes parados y casi a la altura de su rostro.

MAX: (burlándose) Parece que su experimento falló, Profesor.

ASH: Ja ja ja.

Triste y humillado, el pequeño Oak parece a punto de llorar. Mira sus propias y pequeñas, inútiles manos tratando de sacarlas de la bata, y luego nuevamente hacia arriba. Se encuentra ahora arrodillado frente a los chicos que casi le doblan la edad.

ASH: Así es... (siniestro) ¿Y ahora... Recuerda que apostó su trasero a que todo saldría como usted quería?

El corazón de Oak da un vuelco, y otra vez se desploma, sobre las manos y las rodillas, sorbiendo por la nariz como tratando de contener su llanto de niño chiquito. El gran profesor, ahora convertido en un bebé por su propio alumno...

MAX: (teatral) Muy bien, profesor... En ese caso, creo que nos debe una satisfacción. Vinimos aquí a contemplar magia, no fallos estúpidos de un bebé.

Oak alza el rostro, protestando.

OAK: (quejumbroso) ¡Noo!

ASH: (colocando sus manos sobre las clavículas de Max, quien a su vez pone los puños en la cintura) Creo que Max tiene razón, así que... ¿Qué tal un pequeño entretenimiento para empezar?

MAX asiente con la cabeza, los ojos cerrados y una expresión parodia de un noble elegante, y sin pensarlo más, señala con el índice a su pene parado.

MAX: Así es. Chúpela.

Aplastado por su propia derrota, y con rostro de llorar, el Profesor se arrastra sobre su anterior ropa de hombre adulto, y se yergue sobre Max, quien con rapidez sujeta su nuca y la acerca a su miembro.

MAX: Eso es, profesor, hágamela bien.

Ash ríe, sin dejar de abrazar a Max por los hombres.

Oak voltea a ver hacia arriba, con cara de puchero, y toma en su manita la polla bien gruesa y parada del joven rubio.

OAK: (quejumbroso) Esto no es justo...

ASH: (guiñando un ojo) Ni modo, Profesor. Apostó y perdió... Ahora, más le vale cumplirnos, o tal vez le enviemos este secreto a su revista Pokémon.

Oak vuelva a bajar las cejas, y cerrando los ojos acerca sus tiernos labios a la glande de Max y la envuelve con su boca.

MAX: (cerrando los ojos de placer) ¡Uuuuhhh! ¡Qué bueno!

ASH: Ja ja ja.

Resignado, el Profesor continúa, metiendo y sacando un poco el pene de Ash de su boca, una y otra vez. El grosor de esa verga es bastante para la pequeña boca del niño, pero con un chistoso sonido de succión, el pequeño chico continúa.

MAX: (suspirando) Ouuh... ¡Ouh, yeah! (acercando y alejando rítmicamente la cabecita del niño Oak) ¡Así se hace, Profesor!

ASH: ¡Ja ja ja, genial!

El maestro pokémon se acerca a donde está Oak, y toma de pronto la barbilla del niñito con su mano.

ASH: (alzando el mentón de Oak) Y bien, ¿qué me dice ahora, Profesor? ¿Está tan seguro de sus grandes experimentos?

El profesor abre los ojos, que tienen una lágrima a cada lado, y frunce el ceño, entre humillado y molesto. Parece mandar un bufido al maestro pokémon, pero éste, con la gorra volteada hacia atrás, sólo entrecierra los ojos con una sonriasa burlona y lo ignora como si fuera un niñato tonto.

Max, entonces, vuelve a tomar con fuerza la cabeza del profesor, y la empieza a mover todavía más rápido.

MAX: ¡Hey, no baje el ritmo! (agitando violentamente la cabeza de Oak) ¡Ya casi, ya casi llego...!

Oak se ve obligado a aumentar el ritmo, su rostro enrojeciéndose del esfuerzo y el cansancio. Ash ríe, pensando que en cualquier momento la leche de Max botará por su nariz, y camina rodeando al profesor para encontrarlo en la retaguarda.

ASH: (observando las nalgas del profesor) Mmmh, vaya pequeño trasero de chico, dice. Profesor, nunca imaginé que su cola fuera así... Cuando era un niño, claro.

Grosero, Ash suelta una fuerte nalgada sobre las pompis de Oak, totalmente redondas y suaves, que rebotan con el golpe y se ponen rojitas. El profesor sigue chupando incansable, ahora con furia, y los ojos bien abiertos, mientras Max parece excitarse cada vez más.

MAX: (excitado y gimiendo) ¡¡Ahhh... Ahhh.... Ou yeah, ou yeah, Ohhhh!!

Con un último grito, Max por fin llega al clímax, y su polla explota eyaculando dentro de la boca del pequeño Profesor, que apenas logra apartar su boca mientras el semen brota manchando su rostro.

El profesor cae de espaldas derrotado y cansado, mientras Max se desploma en un sillón, boqueando.

MAX: (cansado) Oooohhhh... Oh...

ASH: Ja ja. Veo que ahora sí conociste al profesor, ¿no?

Max abre un poco los ojos, con expresión de placer, y le dirige una mirada sexy a su amigo.

MAX: Oh, sí. Estuvo excelente.

ASH: (tendiéndole una mano) Bueno. Ahora levántate. Es el momento de cobrarnos.

Sin descansar mucho, Max toma su mano, y se levantan para darse la vuelta y volver al Profesor.

Oak está tirada frente a la cápsula, exhausto y cubierto de semen, y tan pronto ve las sombras de los dos chicos en cueros, se da la vuelta y los mira, asustado.

ASH: Muy bien, profesor... Es hora de que nos dé su trasero.

MAX: Ja ja ja ja ja...

Mientras tanto, en su centro pokémon más cercano...

Dos chicas con vestido de enfermera, seguían sentadas pesadamente sobre dos grandes sillas, con dos pequeñas figuras sobre sus regazos, reclinadas sobre sus pechos. Los senos de los chicas, aunque de tamaño gigante ahora, parecen desinflados y tristes.

EMILY: (con unas grandes ojeras y el pelo desarreglado) Aaayyy... Creo que esto no está funcionando.

Sobre ella está sentada el bebé Kai, que ahora tiene tal vez 3 años, pero la leche de Miltank parece haber no surtido mucho efecto. Sobre las piernas de Misty, mientras tanto, está el pequeño Tyson, enroscada sobre sus senos y chupando con fuerza un pezón que se ve hinchado e irritado.

MISTY: (con una voz de gran flojera y cansancio) Síii... Tal vez esos anuncios de la leche Miltank exageraron un poco.

Incapaces de soportar más, las dos enfermeras voluntarias se levantan de pronto, al tiempo que arrancan a los dos voraces pequeños de sus pechos, y los sostienen de las axilas para alejarlos.

EMILY: (mientras caminan al porche para los niños) ¡Tenemos que encontrar otra forma de hacerlos crecer! ¿Cuándo irán Ash y Max a volver?

MISTY: (colocando al Tyson bebé sobre el suelo del corralito) No lo sé... Ahora deberían estar ya en Pueblo Paleta... Sólo espero que sus pañales hayan resistido, y no se hayan encontrado con problemas.

Suspirando exhaustas, las dos chicas caminan hacia los sofás del lobby, mientras vuelven a meterse los pechos en el brassiere.

MISTY: ¿Y qué pasa con Rei? ¿No se supone que iría a investigar las ruinas?

Por detrás, el llanto a todo pulmón de los dos bebés sonaba, interrumpiéndolas y rompiéndoles los nervios.

EMILY: (como un monstruo) ¡¡CÁLLENSE YAAA!! (retoma la conversación) EMILY: Ya sé... Se suponía que eso hiciera, pero no ha vuelto ni ha reportado nada.

MISTY: ¿Tú crees que...?

En eso, una voz conocida suena en la ventana.

REI: (asomándose) ¿Hablan de mí?

MISTY y EMILY: ¡¡Rei!!

REI: Eh... Así es.

EMILY: (medio enojada) ¡Rei! ¿Dónde has estado todo este tiempo?

REI: Fui a reportar lo que ocurrió con Tyson, y sobre el viaje de Max... Al Sr. Dickinson, y a la madre de Max. Pensé que podrían ayudarnos.

EMILY: (con el puño cerrado) ¡¡REEEEI!! ¡Se suponía que buscarías una solución en las RUINAS!!

MISTY: (coloca una mano en el hombre para calmarla) Hey, tranquila... Creo que tal vez Rei haya hecho lo correcto. La mamá de Max también es científica, pudiera ser que ellos tuvieran la cura.

EMILY: (exasperada, se levanta de un brinco) ¡Pero ese no era el trato! ¡¿Cuánto tiempo has perdido ya?! ¡¡Se suponía que buscarías a los responsables en las ruinas, ellos debían de saber cómo revertir el proceso y regresar a los chicos a su edad original!! ¡¡A estas alturas tal vez ya ni les hayamos el rastro!

REI: (asustado, defendiéndose) Eh... Yo... Tranquilas, está bien... Iré para allá justo ahora.

EMILY: Más te vale...

Rei comienza a retroceder, y pronto sale corriendo hacia el bosque.

MISTY: ¡Reeei! ¡Ten mucho cuidado!

Se voltea, preocupada, donde ve a Emily todavía un poco enojada, luchando por calmarse.

MISTY: (avergonzada) Ahora... ¿En qué estábamos?

De regreso a Pueblo Paleta

El pequeño pero bien parado pene moreno de Ash, se enfila con velocidad, hacia un par de nalguitas de chico redondas, limpias y bien abiertas.

ASH: (contentísimo) ¡¡AAAAAQUÍ VAMOS!!

La cabeza del pene de Ash pronto se encaja dentro del hoyito del culo de Oak, con un sonido gracioso.

ASH: ¡¡AHH!

OAK: ¡GUAAAHHH!

Max tiene al profesor levantado en vilo, con su barriguita sobre su rodilla, y tiene sus manos en las nalguitas de Oak, manteniéndolas abiertas mientras su amigo el entrenador lo penetra.

MAX: (travieso) Eso es, ¿está cómodo?

El profesor está totalmente atrapado por el beyluchador, y con los ojos y los dientes bien cerrados y apretados, mientras Ash lo mueve adelante y atrás como en una cuna, metiendo y sacando su verga con un ritmo fuerte y lento.

ASH: ¡Ohhh, sí...!

Max baja el rostro para mirar de frente la cara del profesor, a quien observa con ojos humillantes.

MAX: Je je, ¿le gusta ahora, profesor Oak? Veamos si es tan bueno con el culo como lo es con su boca!

Oak sólo sigue resistiendo, abriendo la boca un poco, mientras soporta cada nueva acometida.

Ash bufa, al parecer empezándose a cansar, y entonces sin decir más, flexiona las rodillas, y atrapa a Oak metiendo sus manos bajo sus muslos y abriendo sus piernitas.

ASH: ¡Lo tengo!

Luego, con un rápido movimiento, “sienta” a Oak sobre su dura verga dejándolo caer, penetrando así por completo al pequeño científico, quien lanza un grito de dolor.

OAK: ¡¡¡AAAAAHHH!!

Ash continúa la penetración, subiendo y bajando a Oak para que envuelva su polla de arriba abajo.

ASH: Ohhh... ¡Oh, sí! ¡¡AAh, sí!! ¡Excelente, profesor!

Max ríe, cruelmente, y poniéndose de pie, se agacha un poco, hasta llevar su rostro al estomaguito de Oak, quien sigue respirando acelerado por las duras penetraciones que casi lo destrozan.

MAX: Je je... ¿Qué tenemos aquí, Profesor?

Entonces, Max toma entre sus dedos la diminuta pero parada verga de Oak, bajando un poquito el prepucio que cubre su glande.

MAX: Vaya, si así es parada... Realmente la tiene chiquita, Profesor.

Oak chilla, sonrojado... Al parecer, empieza a disfrutar las poderosas acometidas del pene de su alumno. Max baja la cabeza, y acerca sus labios al pitito del chico.

MAX: Veamos a qué sabe (le da una lamida, y luego lo mete completo a su boca) Mmmh, mmmh...

El chiquillo no puede soportar más, por un lado su ano siendo brutalmente perforado por Ash Ketchum, por el otro las intensas lamidas del beyluchador Max, que casi le hacen sentir ganas de hacer pipí.

OAK: (en trance) Aaaaggghhhh... ¡¡AAAAyyyyy!!

Ash tampoco puede soportarlo más. El fuerte refriegue de su palo dentro del trasero del profesor ya le tiene irritado y con el pene al rojo vivo.

ASH: (soportando) Aaahhh... yaaaa... ¡¡PROFESOR!!

OAK: ¡¡Kyaaaa!!

Entonces, al mismo tiempo Ash y el profesor, con la polla dentro de la boca de Max, se vienen en un grito en común. Los dos caen desmayados al suelo entonces, perdiendo el conocimiento.

Segundos más tarde, a Ash le abren los ojos las lamidas de Max sobre su polla. El beyluchador no ha podido resistir probar el semen de la poronga, aún hinchada, del entrenador morenito que acaba de venirse.

Sobre él está Oak, tumbado boca arriba, todavía envuelto en su gran bata, su pitito al aire, satisfecho y chiquito, y con una mancha de semen pegajosa en medio del trasero.

ASH: (se lleva la mano a la cabeza, mareado) Oh... Eso estuvo bueno.

Max, arrodillado frente a él, le da un besito en la mejilla, dándole la bienvenida a la consciencia de regreso.

ASH: Bueno, profesor, creo que ha quedado pagado la apuesta...

El profesor sigue tirado, sólo se remueve un poco, como si estuviera semi-dormido.

MAX: Bueno, parece que ya anocheció. No podemos regresar aún al Centro Pokémon. ¿Qué haremos ahora?

ASH: (levantándose) Bueno... Creo que pasaremos la noche en casa de mi mamá. ¡¿Escuchó eso, Profesor?!

Dejando olvidados sus pañales, los dos chicos caminan de salida al laboratorio... Medio minuto después, el pequeño Profesor Oak se levanta y echa un vistazo alrededor. Avergonzado, se tapa la rayita inseminada de su trasero con una mano, y sale corriendo cubierto aún con la enorme bata encima, hacia la salida del laboratorio...

Mientras tanto, en el bosque

A la entrada del espeso bosque, el Blade Breaker Rei observa, da un gran suspiro, y al fin se atreve a entrar. Sin darse cuenta de que una terrible amenaza lo espera allí al fondo....

 


 

End Chapter 5

La Aventura Parte II (Beyblade x Pokémon: The Diapered Adventures)

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