La Aventura Parte II (Beyblade x Pokémon: The Diapered Adventures)

by: malom_shlasters | Complete Story | Last updated Jan 31, 2014


Chapter 11
Capítulo 11


Chapter Description: Basically, everything ends here. Let's see what are our heroes' fates in the end.


VOZ: Despierten, Princesas...

Al escuchar la invitación, Ash Ketchum se levantó de la cama como un resorte, luciendo una gran sonrisa. Muy pronto le siguió Max. Frente a ellos apareció una morena de lentes enfundada en un leotardo de cuero y con altas botas de látex

VICTORIA: Vaya vaya. Hemos amanecido de buenas hoy.

ASH: Así es, Señora.

Ash se quedó sentado en la cama, con la boca entreabierta y una expresión de emoción en su rostro. Victoria se acercó caminando, y acarició el cabello del chico desnudo como quien lo hace con un perro.

VICTORIA: (pícara) Veo que te has convertido en una chica muy obediente, ¿no es así?

Ash sonrió, sonrojándose un poco por la muestra de afecto de su ama. Tras Victoria entró Almendra, vestida de una manera similar, y acercándose a Max le ofreció una mano. El beyluchador la tomó y se levantó de su asiento en la cama.

VICTORIA: Hora de su baño, queridas (extendiendo su mano hacia Ash).

Ash tomó la mano presuroso y se levantó de su lugar para seguirla, abandonado al cabo el cuarto rosado que era su dormitorio.

VICTORIA: Primero quiero que hagan pipí, y luego se van a bañar.

La chica se da la vuelta dando lugar a Ash para que se acercara al mingitorio. Por instinto, el joven entrenador de inmediato sujeta su pene y enseguida comenzó a descargar un pequeño chorro, en el orificio de la cerámica del suelo.

VICTORIA: (tomando la mano de Ash con agresividad) ¡Ah-ah! (guiñando un ojo y negando con el índice de su mano enguantada) Así no es como lo hacen las señoritas.

Un poco avergonzado, Ash obedece, y dándose la vuelta se acuclilla con las piernas bien abiertas. Con precisión, guió su pene con dos dedos, alienándolo al orificio del inodoro estilo japonés del suelo.

VICTORIA: (en secreto, a Almendra) Una semana más y podrá hacerlo sin tocárselo.

La orina del muchacho comenzó a fluir, y Ash no pudo evitar sentirse raro una vez más; bajó instintivamente la vista, para observar, entre sus pies descalzos, al chorro amarillo cayendo directamente en el orificio, sin apenas salpicar. Luego, preocupado por un regaño, volvió a alzarlos hacia Victoria, quien desde arriba lo observaba orgullosa.

VICTORIA: (aplaudiendo) ¡Así se hace, Ashley! Ni una gota fuera de lugar.

Mientras tanto, Almendra ayudaba a levantarse a Max. Con un ligero empujón a su espalda baja, la castaña ordenó al chico inclinarse, y tomando una porción de papel higiénico en su mano, le limpió minuciosamente la cola, pues acababa de hacer popó. Al terminar, con una nalgada rápida y sonora, le pidió que se irguiera de nuevo.

VICTORIA: Ahora sí, se han ganado su baño.

Y dejándolo adelantarse, la ama rodeó con su brazo la espalda baja de su esclava, para guiarla hasta la ducha.

El ritual se efectuó como se había acostumbrado desde hacía ya tres semanas.

ASH: (Contento) ¡Hola, Milotic!

MAX: ¡Hola, Clamperl!

Saludaron los dos amigos, desde extremos opuestos del cuarto de baño, cuando vieron a los dos pokémon surgir de sus pokébolas.

Milotic y Clamperl efectuaron el movimiento de costumbre para crear juntos el Baño de Burbujas de Belleza. Tan pronto se completó, entre risitas, Ash y Max corrieron desnudos hacia éste, y con un alto brinco asistido por una nalgada de sus respectivas amas, se sumergieron el tibio y perfumado baño de burbujas.

Una vez pasaron, controlando a la perfección la desaceleración del brinco, flotaron con los brazos abiertos uno hacia el otro; el pene de los dos muchachos se paró tan pronto se vieron en frente de su amigo, y observando el rostro enamorado del otro, colisionaron en segundos en un suave abrazo en gravedad cero. Al encontrarse, comenzaron a besarse compartiendo el oxígeno de sus bocas.

ASH Y MAX: (Abrazándose y acariciándose) Mggghh, mmmh...

Excitado, Ash aferra sus piernas alrededor de la cadera de Max. Max pone las manos las manos sobre las nalgas del morenito, y ambos comienzan a descender casi a ras de suelo.

A través de las siluetas del baño de burbujas, las amas miran, resignadas, a los dos traviesos chicos toquetearse por todos lados.

VICTORIA: (bajando la cabeza y poniendo una mano en la frente) Ayy... Estos nunca cambiarán...

Almendra acabó de quitarse los guantes y se adelantó, con cepillo y una toalla. La chaparrita se acerca, jalando a su hombrecito por la cintura para separarlo de Ash.

ALMENDRA: (mandona) ¡Muy bien, suficiente juego por hoy, señoritas! Hoy es un día muy importante, y quiero que se lo tomen en serio.

Los dos chicos se separaron riendo suavemente, a sabiendas de la travesura, y quedaron sentados uno frente al otro, con la cola sobre el suelo y los deditos de sus pies sobresaliendo de la superficie del baño de burbujas, que los cubría hasta poco más arriba del ombligo.

ALMENDRA: (con cariño) Max... Pillina.

A los pocos segundos se le unió Victoria, y entre las dos empezaron a enjabonar y lavar a Max y Ash en la espalda, las axilas, la cola...

Al terminar, enjuagaron todo con un chorro de agua de Milotic, y Ash y Max quedaron en el suelo y muy mojados. Victoria regresa por la puerta, trayendo llevando entre sus manos una toalla rosa abierta para envolver a Ash.

VICTORIA: Muy bien, esto se acabó.

Lo mismo Almendra, quien se acerca al chico rubio, abriendo la toalla para que se metiera.

ALEMDNRA: Vamos, Max, mami te llevará a tu cuarto.

Los dos chicos obedecieron y sus amas las envolvieron en las toallas, llevándolos cargando en brazos hasta depositarlos en una cama alta.

ALMENDRA: (retirándose el sudor de la frente) ¡Uf!

VICTORIA: (cansada) Te he dicho que no debimos de mimarlos tanto.

ALMENDRA: Bueno... Después de este fin de semana, las cosas serán distintas.

VICTORIA: (Emocionada) ¡Ah, ni que lo digas! (se voltea para ver a los dos chicos trepados en la cama) Bueno, hora de alistarlas.

MINUTOS DESPUÉS

MAX: Ji ji ji ji

Rio Max, moviendo las nalguitas.

Un enorme pompón rosado se estrelló en ellas, una y otra vez, esparciendo una nube de talco rosado por todo su trasero.

El beyluchador estaba ya a gatas sobre la cama, con unas largas medias de seda blancas sobre sus piernas, y el culo levantado hacia su ama, que lo acicalaba.

VICTORIA: (traviesa) Ahora sus traseros van a oler muy bien... (“maquillando” el culo de Ash)

Los dos chicos, con una oreja sobre la cama, se miran el uno al otro a la cara, sin parar de reír conforme las dos Rockets siguen pegándoles en la cola con los suaves pompones empolvados.

ASH Y MAX: Je je je je je,

VICTORIA: ¡Suficiente!

La cuatrojos le da a Ash una sonora nalgada en el el culo para que se levante. Almendra hace lo mismo con Max, y los dos jóvenes quedan de rodillas.

VICTORIA: ¡Vengan aquí!

Gateando, los dos chicos se dan la vuelta sobre la cama y acuden a la orilla de la cama, donde sus amas los esperan.

ALMENDRA: (con los brazos abiertos) Max.

Max arroja los brazos hacia el cuello de Almendra, quien lo abraza y lo carga desnudo hasta la silla del tocador:

ALMENDRA (Entre dientes) ¡Uff! ¡Cómo pesa!

La Rocket coloca las manos bajo las nalgas de Max, para tratar de levantarlo con más facilidad.

VICTORIA: (cargando a Ash) Al menos el mío no tiene un traserote.

Almendra hace un puchero, y con un gran esfuerzo sienta a Max frente al espejo.

ALMENDRA: (llega, con unas charolitas de maquillaje) Bueno, es hora de prepararlas para su gran cita.

Su compañera se desliza detrás de Ash, quien espera frente al espejo. Colocó las manos sobre sus hombros, guardándolo con celo:

VICTORIA: (maquiavélica) Aaasssh... No olvides que tienes que portarte bien. Han llegado las dos hasta aquí para que lo arruinen...

Almendra mientras tanto, aplica un lápiz labial de color rosa pálido a los labios de Max, mientras el blade breaker cierra los ojos y para los labios para que se lo pongan.

ALMENDRA: Hemos concertado una cita con los dos caballeros que vinieron ayer. Por favor, no se pongan nerviosas. No será nada diferente a lo que ya hemos ensallado. Son dos hombres muy galantes los dos: Las tratarán con gentileza... Y si lo hacen bien, les darán dinero.

Ash ve en el espejo cómo Victoria le calza la peluca. Entonces, comienza a recordar los acontecimientos de la tarde anterior:

- ¡Vaya! – exclamó el elegante señor que estaba sentado en el lugar de privilegio de la sala. – Así que esta es la jovencita de la que me hablaron

El señor había llegado en la tarde con bastante anticipación de las chicas. Incluso Eliza estaba ahí, y todos parecían extremadamente atentos y tensos por su visita. Habían vestido a Ash con su disfraz de “Ashley”: un muy mono vestido naranja acampanado, medias de algodón de blancura impecable, zapatos de charol, y una peluca rubia que le llegaba a la espalda, rematada con un moño sobre la cabeza.

Ash se acercó al centro de la sala, volteó a ver a su ama, quien con una rápida y nerviosa mirada le recordó el protocolo, y por fin, el pequeño entrenador hizo uso de sus modales, y se presentó. Con mucha gracia, entrelazó sus manos enguantadas, miró al frente al señor, le dirigió una sonrisa, y a continuación dobló las rodillas sujetando las puntas de su vestido, en una linda reverencia.

- ¡Es mucho más linda de lo que imaginaba! – dijo el hombre, inclinándose al frente hacia Ash, con bastante gusto.

Le tomó medio segundo al entrenador recordar, hasta que Ash extendió la mano. El galante hombre la trajo consigo entre las dos suyas, y depositó en ella un beso.

Ash se sorprendió al sonrojarse. Aquel señor lucía perfectamente cuidado en su apariencia: Su traje sastre a medida, de ricas y bordadas telas debía valer un par de miles de dólares; su peinado, corto y negro, lucía perfecto en brillo salud, y su rostro, aunque debía estar ya a mitad de los cuarenta años, era pulcro y galante. Todavía mejor, parecía altamente emocionado de verlo.

Ash fue traído de vuelta a la realidad, cuando otros pasos irrumpieron en la escena. En tacones altos y una falda de holanes, Max se hizo presente, dirigiéndose al otro invitado de honor, de la misma forma que Ash hizo. El pequeño beyluchador vestía de un modo mucho más maduro que su amigo, y su cabello, habiendo crecido largo y sedoso, había sufrido algunos tratamientos de belleza de parte de su ama, se conservaba de la misma forma, sin estar cubierto de una peluca.

Con una voz cortante como un cuchillo, el señor a quien Max atendía también se presentó:

- Veo que han hecho un gran trabajo con estas dos – comentó el hombre, jactándose de crueldad. A diferencia de el otro invitado, quien era un señor moderno, la apariencia de ésta recordaba la usanza del siglo XVIII, tal vez de algún raro país de Europa: Cabello púrpura abundante, peinado altísimo de ralla en medio y con dos largas patillas en las sienes; ropa de seda con holanes en los puños, cualquiera diría que se trataba de un vampiro – Mercancía de calidad Premium, por lo que veo...

El raro personaje de sangre azul llevó la mano de Max frente a su rostro, pero antes que depositar en ella un beso, se contentó con pasarla bajo su nariz, tal vez olfateándola como si se tratara de un gran vino.

- ... Hasta los huesos – comentó enigmáticamente el hombre.

En el otro costado de la sala, sobre sus sillones las tres chicas Rocket rieron estrepitosamente, aún con bastantes nervios en su voz.

- Ahh, Lord Gideon – comentó Eliza, contenta, echándose aire con un fino abanico con para desahogar la tensión. – Es un gran halago de su parte, y así sea, ya que hemos puesto nuestro mejor esfuerzo en complacerlo...

- Ah, definitivamente lo hace... – comentó el conde Gideon, tomando a Max por la cadera, y sentándolo sobre su rodilla. Max obedeció a la perfección, y el conde no le quitó la vista de encima, disfrutando del tacto de su cintura.

Su compañero de negocios pareció mucho menos exhaustivo que él, y dejó a Ash sentarse sobre una silla, mientras platicaban con las Rocket. Ash no logró entender mucho –el entrenamiento del pasado mes le había reducido la mente a pulpa, y le había enseñado que no debía meter sus narices en “asuntos de grandes”- pero al parecer, su benefactor era más que un simple cliente para las chicas.

Al cabo de un par de horas, más o menos, el gran señor se levantó de su asiento, y declaró:

- Muy bien. Acordado está. Nos reuniremos dentro de dos semanas, y este fin queremos pasar un buen momento con sus mejores doncellas, si se nos permite.

Las Rocket también se levantaron, atentísimas, y tras un apretón de manos, el trato se cerró de muy buena gana por las dos partes. Lo último que recordaba de ese gran hombre, es que se despidió de Ash diciéndole que ansiaba volver a verlo. Y con gran reverencia, Eliza y el resto de las Rocket lo despidieron con estas palabras:

- Es un gusto ser sus sirvientas, señor Giovanni...

Ahora, el plazo se había cumplido, y maquillándose frente al espejo, Ash sentía su corazón latir con una gran expectación, por volver a verlo.

MIENTRAS TANTO

KENNY: ¡AWW! ¡AAWWW!

El chico está acostado sobre el regazo de Misty, recibiendo una y otra vez la segunda sesión de nalgadas de la tarde.

MISTY: (sin perder el ritmo) Toma. Y toma. Y toma. ¡Y toma!

La joven enfermera, siguiendo un ritmo inflexible, golpea sin piedad con sus palmas las nalgas desnudas y ya enrojecidas del niño.

EMILY: Cuarenta... Cuarentaiuno.... Cuarentaidós...

... Cuenta Emily, observaba el trasero del Ex-Bladebreaker siendo castigado a la perfección, tal y como lo merecía.

El pequeño chico estaba a cada golpe a punto de derramar las lágrimas, su rostro tan rojo como su pobre culo, los dedos de los pies tensándose al sentir cómo cada golpe llegaba. Pero el ruido, tan duro como un látigo, no se detendría sobre él tan fácilmente...

EMILY: (alegre) ¡... Y cincuenta!

Sin un dejo de empatía, Misty toma al enano por la cadera, y lo levanta hasta ponerlo de pie. La primera reacción del niño es colocar las manos sobre el trasero, y sobarlo, casi insensible. Pero Emily ni siquiera le da descanso.

La Bladebreaker camina junto a él, sosteniendo un objeto en su mano, y le hace arrodillarse.

EMILY: Hora de que vuelvas a tu rutina.

Veinte minutos después, la puerta trasera del Centro Pokémon se abre con un ruido metálico. Desde lejos se observa cómo un pequeño pokémon en cuatro patas, sale del lugar, sujeto del cuello por la correa de un amo.

Salvo que en realidad... No se trata para nada de un pokémon. Sino de un pequeño niño desnudo caminando a gatas, con un collar de perro alrededor de su cuello, controlando sus pasos.

KENNY: (Lastimero) Arf—arf...

El chico, reducido a mascota, baja uno, dos, tres escalones, y se posa sobre el pasto exterior. Tras de él, con algo de flojera, desciende otro niño, sujetando la correa. Con una bata blanca de laboratorista, y un pañal entrenador como única otra prenda, el niño Oak baja las escaleras a pie descalzo, tallándose un ojo.

KENNY: (casi llorando) Aaarf...

Con el paso más lento posible, y una indiferencia que podía calificarse solamente de cruel, el Profesor se deja arrastrar hacia el árbol más cercano, mientras Kenny corre endemoniado por la necesidad. Al llegar al árbol, el cuatrojos levanta la pierna. De la corta pichita de entre sus piernas, un pequeño chorró brotó, acompañado por una sensación de alivio en su vejiga.

KENNY: (satisfecho) Ahhh...

Oak observa cómo la barriga de Kenny se infla y desinfla con rapidez. Está contento de ver a ese chico que intentó matarlo, ahora condenado a una década de servicio hacia él. De pronto a sus espaldas suena una voz:

HILARY: Vaya, sacaste a Kenny a ir al baño.

OAK: Sí, después de todo no queremos que orine todo el laboratorio, ¿o sí?

Hilary se aproximó juguetonamente al pequeño profesor, quien tenía más o menos la mitad de su edad, y con mucho gusto cubrió los tiernos hombros del niño con sus ansiosas manos.

HILARY: Me sorprende lo bien que lo trata aún, Profesor, cuando este rufián no se lo merece para nada.

Kenny seguía orinando, desahogándose, como si se le hubiera dejado mucho tiempo sin poder hacerlo. Hilary, aún enfadada, alzó un pie y colocó la suela de su zapato sobre el trasero desnudo del pequeño criminal.

HILARY: (haciendo un puchero) ... Luego de que trató de hacerle tanto daño a mi lindo Sammy...

... Comenta, acariciando la mejilla del profesor, quien le sonríe de frente, sonrojándose un poco.

Kenny sólo sigue orinando, sin sorprenderse del acto de desprecio de Hilary, quien empieza a acariciarse con el Profesor Oak.

HILARY: Mmmhhh... Parece que el perro aún va para, ¿Qué le parece una rica mamadita, en lo que acaba?

Oak sólo se queda sosteniendo la correa de Kenny, mientras Hilary se arrodilla, y baja hasta los muslos los calzoncitos entrenadores de Oak, dejando al descubierto su pitito. Luego se arrodilla frente a Oak, y adelanta la boca con los ojos cerrados, para chupar el pene de su novio.

HILARY: (metiendo y sacando el pene del Profesor de su boca) Mmmhh... mmmh...

Oak pone su otra mano sobre la cabeza de Hilary, relajado sus placeres. Kenny sólo hace lo posible por ignorar, y sigue con lo suyo, mientras el sol empieza a ponerse en bosque Verde...

EN TANTO

Las chicas Rocket bajan de su modesto auto de lujo. Rodean la unidad, y abren por fuera las puertas para que baje el valioso cargamento.

De la puerta frontal desciende Ash Ketchum. Aunque con la peluca de siempre, para esta ocasión trae puesta una versión más moderna de su vestido naranja: Consiste en un top sin mangas del mismo color, fajado con una banda sobre la cintura, y una minifalda también naranja, que deja al descubierto sus ricos muslos, mientras a partir de la rodilla va cubierto con las medias de siempre.

Almendra tendió la mano para ayudar a Max a bajar. El beyluchador va vestido como toda una diva, a petición de su cliente: Maquillado al punto del escándalo, el rostro casi blanco por los polvos de arroz, pesadas sombras añil sobre sus párpados, y sus deliciosos labios marcados en escarlata con un brillo que provoca a morder. Lleva un vestido de coctel púrpura, cubierto de lentejuelas y con un escote pronunciado atrás, que deja ver la suave y jugosa piel de su espalda; la minifalda no deja casi nada a la imaginación, y los zapatos de tacón de alta plataforma ponen al descubierto los dedos de los pies, con uñas pintadas de rojo brillante.

El cielo azul, el aire con un fresco aroma a sal y los graznidos de Wingull haciendo cosquillas en los oídos, debían estar en ciudad Carmín. Un lugar privado, por lo que se notaba. Alrededor de la placeta redonda con piso de loza había media docena de mesas, todas ocupadas por personas que se veían de alcurnia, cubiertas por sombrillas, disfrutando del mirador.

El Trío de Chicas Rocket encaminaron a los dos chicos hacia el centro de la placeta, mientras los ojos fascinados de Ash paseaban alrededor, buscando al hombre que sería su destino. Un poco le tomó al atolondrado entrenador reconocerlo, pero pronto estaban frente a la mesa de Don Giovanni.

GIOVANNI: (quitándose sus lentes oscuros) ¡Oh, aquí estamos!

El líder Rocket lucía un agradable bronceado, que acentuaba sus rasgos de caballero. Curiosamente, su cabello ahora se veía castaño, bajo el ardiente sol de Carmín.

Lord Gideon estaba sentado a un lado de Giovanni, observando la escena con diversión. Tan pronto escuchó el connato de despedida, sonrió como impaciente. Empujado por Victoria, Ash se coloca frente a la silla de Giovanni, y se inclina hacia él.

ELIZA: (nerviosa) Esperemos que se diviertan mucho con ella.

GIOVANNI: (tomando la mano de Ash en la suya) ¡Ah, seguro que lo haremos!

Almendra entregó a Max a Gideon, y el el bladebreaker se acercó por detrás, abrazando el respaldo en un gesto seductor. El Conde alza los ojos, casi mirando hacia atrás, atraído por el avance de su escort de fin de semana.

Las Tres Chicas Rocket se quedan de pie, sonriendo y mirando fijamente a su jefe, en espera de algo. Giovanni se toma un momento para observar a sus discípulas y luego, con una risita entre dientes, se inclina al frente y lleva una mano al bolsillo de su camisa.

GIOVANNI: (firmando un papel que saca de su cartera) Bueno... (termina de firmar y arranca el cheque) ¿Con esto les parece bien?

Eliza la jefa de las Rocket, con los dedos crispados de los nervios, toma el cheque con las dos manos, y lo pone frente a sus ojos. Victoria y Almendra se apelotan a su alrededor para ver.

VICTORIA, ALMENDRA Y ELIZA: (Soprrendidas) ¡¿EHHH?!

En cuanto observan el número de cinco cifras, los ojos del trío de chicas se abren tan grandes como no hubieran imaginado...

GIOVANNI: ¿... Señoritas?

Las Rocket se quedan sin aliento, la boca abierta en expresión de extrema sorpresa... Y un par de segundos después, casi explotan en chillidos histéricos...

VICTORIA, ALMENDRA Y ELIZA. (celebrando) ¡¡WWWAHHHAAAHAAHAAAHH!!

Mientras las Rocket se alejan celebrando su cheque, platicando a gritos lo que harán con él, Giovanni pasa su brazo alrededor de la cadera de Ash, y la pareja se va con Max y Gideon a un paseo por la playa...

Liberado de su rutina de esclava, Ash Ketchum toma un relajante paseo por las orillas de la playa. A su lado, la compañía de un alto y fornido hombre, cuyo poder y firmeza le inspiraban la seguridad que nunca antes había sentido... Mientras charlan de recuerdos, fantasías y nimiedades, el pequeño entrenador desea que su paseo nunca termine. A sus oídos, solamente los sonidos del mar acudían, como encerrándolo en una segura cueva...

A CIENTOS DE KILÓMETROS DE AHÍ

“RIIING... RRRIIING...”, El teléfono, suena, preguntando en vano por Ash.

En la sala de espera, Misty está colgada del aparato, con una esperanza. Tras semanas de llamar todas las tardes al servicio de investigación buscando datos sobre el paradero de Ash, Max, Tyson y Rei, la policía le pidió que por favor dejara de hablar; ellos acudirían a ella si llegaban a encontrar algo, o al menos es lo que le decían.

Con un suspiro, marcó por octava vez, sólo para volver a escuchar la grabación de la operadora, seguida por pitidos de “ocupado...”

BIIIIIP.... BIIIIP...

Más desilusionada que de costumbre, Misty volvió a suspirar, y bajó los ojos, con tristeza. La hora estaba a punto de terminar.

De pronto, un ruido artificial la alcanza desde el otro lado del pasillo. La cerradura electrónica había cerrado el Centro Pokémon. Con un respingo, la entrenadora suelta el teléfono, preguntándose qué pasa.

VOZ: ¡Mistyyyy...!,

... Se escucha a una voz misteriosa, llamándola.

La ceruleana alza el cuello, levantándose del asiento, para identificar la voz.

VOZ: Mistyyy...

... Sigue la voz, melodiosa, esta vez llegando desde detrás de su cabeza.

Misty voltea atrás, luego hacia el otro lado, inquieta, tratando de encontrar a quien le llamaba.

VOZ: ¡¡MISTY!!

Y al volver de nuevo su vista hacia adelante, todo se le reveló a Misty.

Tras el mostrador, se alza lentamente un delicioso par de nalgas. Apenas cubierto por una minifalda, ese culo apunta hacia ella, revelando su delicada ropa interior blanca, en una pose sensualmente perfecta, que excita a la pelirroja de inmediato.

MISTY: (gratamente sorprendida) ¡Hey!

El fabuloso paquete pertenecía obviamente a una mujer, empinada detrás del mostrador. Misty se pone de pie, atraída por el trasero, pero se queda parada, fascinada al verlo.

Las nalgas comienzan a contonearse rítmicamente, hipnotizándola con su sabroso compás, cubriéndose y descubriéndose una a la otra sucesivamente, como deseando aprisionarla dentro de ellas...

MISTY: (babeando) Ooohhhh.... *¬*

Luego, en un golpe, algo desde atrás jala el calzón hacia abajo, dejando de súbito al aire el lúbrico paquete de unas nalgas y una jugosa vagina, henchidos con la plenitud de una juventud perfecta para brindar.

VOZ: (traviesa) ¡Ven por míii....!

Sin poder contenerse, Misty se avienta hacia hacia él de un brinco. Lo toma entre sus brazos, tumbándolo de la barra.

Tras el golpe inicial, forcejeos y risitas comienzan a a oírse debajo de la mesa... Seguidas por gemidos de placer. El Centro Pokémon está cerrado, al menos por la tarde.

EN EL LABORATORIO

El Profesor Oak y su novia entran por la puerta trasera en medio de apresurados fajes, besos en la boca y caricias entre uno y la otra. Con una mano Oak arrastra a Kenny, quien mira hacia el suelo tratando de bloquear todo lo que pasa.

OAK: (besando a Hilary) Nunca había conocido a alguien como tú... (apasionado) ¡Ni siquiera durante mi primera juventud...!

Hilary ríe, y abraza a Oak por la cadera, recorriendo su cuerpecito con apretones cariñosos.

HILARY: Yo tampoco creí que pudiera enamorarme de alguien como tú (lo besa en la boca) Pero el destino nos unió...

La chica toma al Profesor por las muñecas, y guía sus manos debajo de la blusa de ella.

OAK: Oooohhh...

Sorprendido por el suave tacto de la muchacha, cuya piel tenía una juventud que había pensado nunca volver a experimentar, El Profesor deja que sus dedos recorran cada punto del relieve de la puberta, y excitándose aún más.

OAK: ¡Mmmhhh!

... Dice el profesor, metiendo la cara por debajo de la blusa de Hilary para sentirla más de cerca.

HILARY: Ji ji ji.

La chica sujeta con fuerza al profesor, acariciando su nuca y enredando sus dedos en el profuso cabello castaño del chico. Los dos avanzaban a tropezones hacia la sala de estar del laboratorio, arrastrando a un apenado Kenny detrás de ellos.

HILARY: (excitada) Esto es todo... ¡Hágame suya ahora mismo!

La chica vuela hacia el sofá, y empieza a sacarse la blusa. El Profesor, ya desnudo de abajo; camina hacia una extraña caja que hay en una esquina, jalando a Kenny con dureza.

OAK: Antes tengo que meter a este perro a su pokébola ¡Ven acá!

Mientras Hilary se baja los calzones, el profesor saca de la caja un gran objeto que parece una media esfera blanca. Lo avienta al suelo, y lo empujó hacia Kenny con un pie.

OAK: (mandón) ¡Ahí!

Como un perro asustado, Kenny gatea temeroso, y sube una “pata” dentro de la bola.

OAK: (desesperado) ¡Métete, YA!

Kenny se apresura y se sube completo dentro de la esfera.

OAK: ¡Así no, Kenny, tienes que acomodarte!

Kenny da un grito de sorpresa cuando siente las manos de Oak apoderarse de sus muñecas y tobillos. El científico jala a Kenny hasta voltearlo panza arriba, y con un par de violentas maniobras más, le sube las piernas, le levanta la cola, y lo aplasta el cuello apretadamente contra la orilla de la bola.

KENNY: (asustado) ¡¡Alto... Espere!!

OAK: (Enojado) ¡Los perros no hablan!

Con otro fuerte movimiento, Oak jala de los tobillos de Kenny y los estira hacia arriba, dejando a Kenny hecho nudo.

KENNY: (adolorido) ¡¡AAHHH!!

OAK: ¡Aguanta ahí un rato!

Y con otro duro empujón, sube y dobla los pies de Kenny, hasta que el chico queda acostado de espaldas dentro de la media bola. Los tobillos le quedan sobre las sus orejas y casi detrás de su cuello; su trasero, con las nalgas abiertas, apunta hacia arriba y al frente igual que su cara.

Mientras tanto, Hilary termina de desvestirse, y estira una mano para acariciar el cuello del profesor, llamándole a hacer el amor.

Impaciente, Oak toma la otra mitad de la “pokébola”, ésta de color rojo transparente, y la comienza a bajar sobre el apretado Kenny.

KENNY: (aterrado) ¡¡NOOO!!

Pero el Profesor no tiene consideración y la cubre con él, dejándolo encerrado casi hermética dentro de la esfera, con las patas y cola apuntando hacia arriba, dentro de la esfera, su pequeño e inútil pito volteado y apuntando hacia su ombligo.

OAK: ¡Listo!

Con un brinco, el Profesor se lanza al diván y se acuesta sobre Hilary. Kenny, incómodo en su esfera a los pies del sofá, forcejea por salir, sin éxito alguno.

KENNY: (aplastado) ¡¡MMGGHH...!!

OAK: (tirándose a los brazos de Hilary) ¡Ahora sí, vamos a darle a gusto...!

HILARY: ¡Oh, todo lo que quiera, Profesor!

Los dos pequeños amantes se sumergen en un tornado de abrazos y caricias, haciendo rechinar el sillón con cada maniobra sexual. Debajo, Kenny no puede ni siquiera voltearse, y tiene que contemplar desde su ridícula posición cada muestra de amor que sus dos captores comparten.

KENNY: (Exasperado) ¡¡POR FAVOR: YA SÁQUENME DE AQUÍ!!

El niñito se mueve con todas sus ganas dentro de la pokébola gigante, pero sólo logra mecerla a un lado y otro. Oak y Hilary no paran. Primero Oak abajo, luego arriba, se giran y dan volteretas en el diván. Hilary se tiende boca abajo, y Oak se le trepa, comienza a besar su nuca. Y Kenny tiene que verlo todo, golpea una y otra vez con sus puñitos la superficie de la Pokébola, tratando de salir.

KENNY: (Gritando) ¡¡YAAAA!! ¡¡POR FAVOR!!

Pero su pokébola está herméticamente cerrada y ningún ruido puede escapar.

Oak le da la vuelta a Hilary y la tiende a lo largo del diván. El profesor se trepa sobre ella, viéndola a los ojos, alinea su cintura y se prepara para penetrarla de frente.

HILARY: (puja) ¡Mmgh! (al sentir introducirse el pequeño pero enérgico miembro del profesor)

A la dureza del impacto, el pie de Hilary resbala cayendo al lado del diván. Los dedos de sus pies rozan la pokébola, justo sobre el rostro de Kenny. El bladebreaker intenta alzar el cuello, para lamer las hermosas plantas de los pies de la mujer, pero apenas puede moverla un milímetro. Su pequeño pito comienza a erguirse, apretándose contra la superficie roja de plástico.

OAK: (penetrándola) ¡Hilary, preciosa!

HILARY: ¡¡AAAHHH, PROFESOOOR!! (empujando con la cadera)

OAK: ¡¡OOHHH!!

La pierna de Hilary resbala todavía más, y su pie empuja la esfera donde está encerrado Kenny, haciéndola rodar.

KENNY: (al sentir que emprende la marcha) ¡¡AH!!¡Ah!

Pero instintivamente, el pie Hilary la jala de vuelta, volviéndola a su lugar.

KENNY: (aliviado) Ufff...

Por desgracia, los dos niños le siguen dando sobre el sofá.

HILARY: ¡Ahhh... Mmmmhh! (gritando) ¡ASÍIIIIII!

KENNY: (piensa) ¡Oh, no!

Oak mete la mano bajo el muslo de su novia, y vuelve a arremeter con toda su fuerzas.

OAK: ¡AQUÍ VOYYYY!

HILARY: (perdiendo el control) ¡¡KYAAAAHHH!!

El pie de Hilary resbala una vez más, empujando a Kenny con más violencia aún que antes.

KENNY: (rogando) ¡¡Nonononono!!

Pero una vez más, Hilary recupera el control y logra detenerse y dar de nuevo marcha atrás, ahora apenas con el talón. Kenny suspira de nuevo, pero sigue agitado.

Oak levanta la pierna de Hilary y comienza a penetrarla de lado.

HILARY: (agitada) ¡¡Ahhh, Profesor...!!

Por desgracia, su otro pie sigue pendiendo del diván, peligrosamente sobre la pokébola de Kenny.

OAK: ¡Muy bien... Ahora... Te mostraré...! (haciendo fuerza) ¡¡¡MI VERDADERO PODER!!!

El Profesor empuja con la cadera, y logra meterle a Hilary la polla hasta el fondo.

HILARY: (enloqueciendo) ¡¡KYAAAA!!

PROFESOR: Y Ahora... ¡¡MÁXIMA POTENCIA!!

KENNY: (asustado) ¡¿QUÉEE?!

Entonces, el Profesor lanza una ráfaga de penetraciones, tan rápidas y fuertes como una metralleta, acribillando a Hilary por dentro.

HILARY: (Convulsionando de placer) ¡¡¡¡KYAAAAHHH!!!

Y con una fuerte convulsión, la pokébola debajo de su pie se resbala y sale impulsada hacia la puerta.

KENNY: (Alejándose del laboratorio) ¡¡NOOO!!

Mareado y sin poder distinguir nada, el compactado chico se va rodando, hasta cruzar la puerta trasera por el conducto inferior. Encerrado en su cápsula, llega hasta el valle, corriendo cuesta abajo y alcanzando mayor aceleración...

KENNY: (mareado) ¡¡NOOOO!!!

Y hecho una bola de nieve blanca y roja, sin poder distinguir nada, enfila hasta perderse en las profundidades del bosque Verde.

Las dos enfermeras del Centro ni siquiera se dan cuenta. Apenas cree alcanzar a mirar una pincelada de Misty y Emily por la ventana, trepadas en la barra de atención, dándose sexo oral la una a la otra...

EN TANTO

Anochecía en el Puerto Carmín, y tras una bulliciosa tarde, dos parejas ingresan al hotel de Cinco Estrellas. Habían pasado la velada en el más fino restaurante, platicando y riendo, compartiendo una exquisita cena de langosta y champán, seguida por un suave postre que había dejado sus sentidos ardiendo el uno por el otro.

Don Giovanni había sido todo un galán, elogiándolo con sinceros cumplidos, y acercándolo lentamente hacia él con gentiles gestos e inocentes caricias... Ahora que subían el ascensor, el corazón de Ash latía completamente hacia él, y estaba totalmente preparado para entregarse como se le había entrenado para que lo hiciera.

El Conde y Max entraron primero, a la Suite Presidencial. Le siguió Él, luego de firmar los papeles de ingreso. Hizo pasar a Ash, y tan pronto entraron, lo apretó contra la pared y bajó su rostro hacia sus labios, involucrándose con él en un fogoso beso. Ash lo recibió de lleno, cerrando los ojos y dejándose de él con fé y ternura. La presión de sus labios lo absorbió, y al sentir cómo este lo saboreaba, lo devoraba, aprisionando su boca y torturándola con su húmeda caricia, algo bajo su falda despertó.

GIOVANNI: Eres lo más bello que he visto (levanta la barbilla de Ash para mirarlo a los ojos) Por favor, hazme el honor de ser mi pareja esta noche.

Sonrojado por la caballerosidad de su acompañante.

ASH: (tímido) Giovanni. Yo... Lo seré esta noche... Y por toda la eternidad.

Las manos de Giovanni se posan sobre el rostro de Ash, y el Líder Rocket lo aprieta contra su pecho.

GIOVANNI: (dándole un beso en la cabeza) Eso me encantaría. Una y mil noches me serán suficientes, para expresarte todo mi amor (toma la barbilla de Ash, y le da un beso en las labios) Permíteme llevarte entonces a que celebremos nuestras bodas por primera vez.

Con un suave movimiento, Giovanni alza a Ash en brazos, y lo lleva a una cama con sábanas púrpuras de seda. A su lado hay otra cama igual, donde Lord Gideon y Max ya están acostados juntos.

El beylucahdor, sin que tengan que pedírselo, enreda sus brazos en el pecho de Lord Gideon y comparte con él un largo beso en la boca.

GIDEON: (galán) Vaya vaya, no te andas con juegos, eso me gusta...

El Conde mete la mano bajo la falda del pequeño Beyluchador, y lo comienza a desvestir de adentro hacia afuera.

Giovanni deposita a Ash sobre la cama, y comienza a desatar su vestido con cuidado. Ash recuerda su entrenamiento, y con algo de timidez, comienza a desabrochar los botones de la camisa de Giovanni, mientras éste lo desnuda con cuidado.

GIOVANNI: Buena chica... Déjame ayudarte.

Don Giovanni baja con sus dedos las medias de Ash y le quita los zapatos. El líder Rocket ya está también en paños menores. Giovanni entonces sujeta a Ash por la peluca, y se enreda con él en un largo beso francés.

ASH: (ruborizándose) Mmgggh...

El entrenador cierra los ojos, dejando que la lengua de Giovanni lo dominara. Al acabar, Giovanni lo empuja y lo tira sobre el lecho.

A su lado, Gideon y Max están hechos un amasijo de brazos y piernas.

GIDEON: (mientras lame las nalgas de Max) Mmmhhh... Como lo pensaba, fresca y jugosa carne de primera calidad.

Max es un poco más conservador, y sólo se dobla sobre el cuello de su pareja, dándole caricias con los labios y chupetones.

A Ash ya le quedan sólo la peluca y unas bragas femeninas. El entrenador, algo apenado y temeroso, espera a que Giovanni lo asalta. Como un tigre que devorará a su presa, Giovanni avanza a gatas sobre el colchón, acercándose lentamente a Ash.

ASH: (cerrando los ojos) Kkkhjj

El entrenador se queda quieto cuando siente que el líder de gimnasio introduce un dedo sobre el elástico de sus panties. Sin poderlo evitar, Ash siente cómo debajo su calzón, su miembro de macho comenzaba a ascender.

GIOVANI: (seductor) Creo que ya estás casi lista...

Entonces, con fino oído, Ash logra captar un sonido electrónico proviene del techo...

Pero antes de que pueda hacer nada, Don Giovanni atrapó sus labios dentro los suyos, y pega su cuerpo con el de él, para iniciar el rito nupcial...

A KILÓMETROS DE AHÍ

En un pueblo perdido conocido como Rancho Agreste, bajo la misma luna, otro festival tomaba lugar a puerta cerrada.

“CABARET DE LA COLINA”, decía el letrero del infame establecimiento, del que a leguas se podía escuchar cómo surgían gritos y silbidos de alegría, acompañando las fuertes luces de colores que fluían a través de las ventanas.

VOCES MASCULINAS: (escandalozas) ¡¡ESO!! ¡¡FIUUUU!! ¡¡QUEREMOS VER PEEEELOS!!

Una manada de hombres alcoholizados, reunidos en varias mesas alrededor de una pasarela cubierta por luces láser y máquinas de humo, llaman a gritos a que ya llegue la diversión. El lugar es acogedor y festivo, dominado por los instintos, pero manejado por el hombre de esmoquin al centro del escenario, que mantenía con firmeza el ambiente civilizado en esa casa de pasiones.

ANUNCIADOR: Y ahora para todos usteeedes ¡¡... La estrella que todos esperaban esta nocheee...!!

En las butacas, la emoción crece. El montón de rancheros observan y aplauden.

ANUNCIADOR Desde la lejana región de Beyland para ustedes... (una explosión toma logar en el escenario y una cortina de niebla baña la plataforma) ... ¡¡¡TYYYYYYSOON!!!

El anfitrión se retira y comenzó a sonar la canción I’m A Slave for You de Britney Spears, a toda potencia.

MULTITUD: (silbando y aplaudiendo) ¡¡¡EEEEEHHHH!!!

El líder de los Bladebreakers camina por la pasarela en altos tacones de aguja negros, sus piernas envueltas en medias de red. Saluda a sus admiradores mientras contonea las caderas, tapado solamente por una tanga de chica. Lleva el pecho desnudo, solamente una estola de plumas cubría sus hombros, bajando por la espalda hasta las rodillas.

HOMBRE: ¡¡GUAAAPA!!

HOMBRE: ¡¡TYYYSON TEEE AMOOOO!!

HOMBRE: ¡¡VEN CONMIGO POR FAVOR!!

El montón de vaqueros estiran los brazos para tratar de tocar la divina figura de Tyson, pero se quedan a centímetros de siquiera rozarlo.

Sin importarle sus fans, Tyson sigue en su papel, caminando sensualmente, enviando miradas asesinas con sus ojos y pestañas perfectamente delineadas. Al ritmo de la música, estira los brazos y piernas, electrificando a la audiencia.

ANUNCIADOR: ¡¿Quién será el afortunado, que se lleve a Tyson esta noche...?!

Con un ágil movimiento de mano, Tyson se aferra del tubo que surge del extremo de la pasarela. Como un gimnasta experto, se enreda en él, doblándose en arco y exhibiendo su sudoroso y refulgente cuerpo a sus admiradores.

Los hombres que habían pagado los primeros asientos se levantan de prisa, con puñados de billetes en las manos, y se estiran para ofrecerlos a Tyson. Pero el beyluchador, ahora convertido en teibolera experta, vuelve a enredarse en el tubo y se esconde tras él.

ANUNCIADOR: Caballeros, ya conocen las reglas de la casa: Solamente uno por noche.

Ahora completamente de espaldas, Tyson se va poniendo en cuclillas, al ritmo de la música, al tiempo que abre las piernas despacito. Los hombres se vuelven locos conforme Tyson les exhibe sus morenas y perfectas nalgas detrás de la escasísima tela de la tanga.

MULTITUD: ¡¡WWWRRROOOOHHHH!!!

ANUNCIADOR: ¿Quién será el elegido, esta vez...?

Tyson de pronto se da la vuelta, su rostro en una expresión que muestra al mismo tiempo animalidad, e inocencia. La multitud se queda fría, en espera de una resolución. El beyluchador echa un vistazo atrás y baja la mirada hacia un posible candidato, un hombre panzón y casi calvo que se había quedado embobado, mirándolo.

Con un giro rápido de sus talones, Tyson se coloca de espaldas a él, y gira la cabeza para examinarlo sin quitarle la vista de encima. Comienza a mover las caderas y saca y contonea el trasero hasta casi pegarlo a la cara del azorado hombre.

HOMBRE: (hipnotizado) Guuaaaaaauuu...

Las temblorosas manos del hombre se acercan, y el pobre señor, al borde del éxtasis, acarició entre sus palmas la exquisita piel del trasero del beyluchador. Su gemido se escucha como si tocara el Cielo mismo por un momento, y el pobre señor cierra los ojos para sentirlo, amenazando con desmayarse en cualquier momento. Tyson, mientras tanto, sólo lo mira, complacido del poder que tiene sobre él.

ANUNCIADOR: ¿Tendremos ya al suertudo de esta noche?

La multitud reacciona con violencia y tras el hombre panzón, un montón de hombres se agolpan, estirando las manos para introducir fajos de billetes de $100 dólares, bajo la liga que adorna el muslo derecho de Tyson. El beyluachdor recibió ocho, nueve, diez billetes...

ANUNCIADOR: ¿Quién da más, quién da más...? ¡Tanto más dinero ofrezcan, más posibilidad tienen de pasar una noche con Tyson!

Entonces, Tyson comienza a recordar cómo llegó ahí...

Las chicas lo habían mandado a la ciudad más cercana a hablar por teléfono al Sr. Dickenson. Sin embargo, no tenía idea de que había un pueblo vaquero entre los dos puntos. Asediado por la sed, Tyson corrió a los abrevaderos de la solitaria aldea, que más parecía un pueblo fantasma, y exhausto, bebió todo lo que pudo. Cuál fue su sorpresa cuando de una cantina cercana, un viejo minero vestido con pantalón vaquero, tirantes, sombrero, camisa, botas y una larga barba, le llamaba:

MINERO: Hey, huerquillo, tú no eres de por aquí. ¿Qué andas haciendo, tú?

TYSON: (Cansadísimo) Eh... Sólo pasaba por aqu.

MINERO: ¿No te gustaría ganarte unos cuantos dólares?

Interesado, Tyson lo siguió a la taberna, donde el dueño le explicó que acababan de perder un par de bailarinas del famoso Cabaret Agreste, el negocio más exitoso del pueblo. Todavía sin entender, Tyson se sintió extraño al ver que el hombre circulaba a su alrededor, examinando su cuerpo con gran interés.

DUEÑO: (inclinado con la mano en la barbilla) Vaya, si es un buen cuerpo el que tienes. A los vaqueros de aquí le gustan mucho los chicos lindos como tú, y por aquí no es fácil encontrar gente joven...

El resto es historia. Tyson sólo tuvo que ensayar un par de horas para la función, y aunque el trato involucraba sólo una noche, al haber hecho $400 dólares de una sentada, fue difícil para él no pensar en repetir. Además, para su sorpresa, en verdad lo disfrutaba; descubrió que tenía un talento natural para coquetear y contonearse al ritmo de la música, algo que jamás hubiera imaginado el chico que pasó toda la niñez jugando con trompos. Ahora, ni siquiera tenía planes de regresar.

El acto de la noche había terminado. Tyson había elegido a su galán del día, y ahora éste lo cargaba en brazos bajo del escenario, entre gritos de celebración del resto del público, conforme se dirigían al cuarto privado donde pasarían la noche juntos.

TYSON: Esto (se despide Tyson, enviando un guiño y un beso a la cámara) ¡Es mucho mejor que el beyblade!

El hombre y él ingresan a la alcoba y tras de ellos se cierra la puerta, dejando a la pareja a solas...

EN PUEBLO PALETA

La noche ya había caído también, y por fin la señora Ketchum podía descansar de su rutina diaria. Fuera, todo era oscuridad y quietud. No se le encontraba ya a la entrada, ni en la sala, ni en la cocina...

Solamente, a través de la puerta de su recámara, que había entreabierta, se veía una luz encendida, y de ésta surgiendo unos extraños ruidos, como de gritos y forcejeos.

VOZ: ¡MIME! ¡MIME! ¡MIIIME! (ruido de latigazo)

El colorido Mr. Mime está de rodillas sobre la cama, con las piernas abiertas, y frente a él, empinado hacia arriba, el trasero desnudo de una mujer adulta, al que Mime propina rítmicas nalgadas con las palmas bien abiertas de sus manos enguantadas.

MR. MIME: (Feliz) ¡¡MIIIME!! (avienta otra nalgada)

El golpe pega de lleno en el trasero de la señora Ketchum, haciéndola casi brincar de placer.

MAMÁ DE ASH: (excitada) ¡OH, SÍ, MIME! ¡Dale más a mami!

La señora Ketchum está arrodillada sobre la cama, con la blusa y chal de siempre, pero la parte inferior del cuerpo totalmente desnuda. Tiene la barbilla sobre el colchón, y el culo al aire, empinado hacia Mime, quien lo destroza a golpes. Su mano izquierda baja hasta la entrepierna, restregándola con los dedos, a ritmo constante y vigoroso. Frente a ella está la televisión

CONDUCTORA: Y esto ha sido la vida de un joven beyluchador en la taberna más pícara de Pueblo Agreste... Siga viendo POKÉ-SEX, el canal más sensual de la región.

La tele se va a cortes comerciales. Delia suspira, cierra los ojos, y vuelve a concentrarse en su masturbación, agitando los dedos para masajear su pucha más y más adentro...

MAMÁ DE ASH: (gimiendo) Oahh...

De pronto, otra fuerte nalgada de Mr. Mime aterriza sobre su gigantesco trasero, que a pesar de estar ya enrojeciendo, no mostraba ningún remordimiento.

MAMÁ DE ASH: (suspira) Primero su padre, y luego Ash... Ahora que los dos se han ido, es muy difícil encontrar la forma de divertirme yo sola...

MR. MIME: (sonriente) ¡MIIME! (suelta otro azote en el trasero de la señora)

MAMÁ DE ASH: (melancólica) Sí, Mime, ya lo sé...

El televisor muestra extrañas imágenes de pokémons apareándose, luego una rara fotografía del pene de un hombre donde los testículos son reemplazados por dos pokébolas, que se revela después que es el logo del canal.

El logo se desvanece y vuelve a sonar la voz de la anunciadora:

ANUNCIADORA: A continuación, TRAINSCAPEES LIVE donde le mostramos todas las indiscreciones y escapadas de los entrenadores más famosos, ¡En Vivo!

Delia ronronea como una gatita. Es su programa favorito. Entreabre los ojos, ruborizándose, para ver lo que sigue:

ANUNCIADORA: Ahora les mostraremos escenas exclusivas de esta noche en Ciudad Carmín, donde Giovanni, el famoso Líder de Gimnasio de Pueblo Paleta, está pasando unas vacaciones en compañía de... véanlo por ustedes mismos.

Los ojos de Delia Ketchum brillan tan pronto la cámara se activa, y observa desde las alturas al famoso Giovanni de rodillas sobre la cama, exhibiendo su varonil cuerpo desnudo, y frente a él una persona joven, no identificada.

La personita, que parece una chica morena con largo cabello rubio sostenido por un moño, se encuentra en posición “de perrito”, sus lindas nalgas en perfecta silueta de corazón, mientras Giovanni la coge por la cadera, penetrándola una y otra vez con vigor y sensualidad.

A su lado, en otra cama, un hombre de raro aspecto carga sobre sus muslos a otra niña rubia, subiéndola y bajándola por la cintura, al tiempo que la folla una y otra vez.

MAMÁ DE ASH: (excitada) ¡¡Aaaahh...!! (se relaja)

MR. MIME: ¡Miiiime...! (responde, en complicidad, dándole una nalgada más suave).

ANUNCIADORA: ¡Este corcel indomable sí que sabe montar sus potrancas!

Las escenas continúan con un close-up al guapo Giovanni, y luego desde arriba de su hombro, exhibiendo la varonil musculatura del influyente Líder.

MAMÁ DE ASH: (concentrada) Oh, sí... (acelera aún más sus manos sobre su coño) Aaayyy, Mime, ¡ese sí que es un hombre!

La cámara vuelve a cambiar de posición, esta vez haciendo zoom sobre la rara muchacha, cuyo cabello rubio, ya bastante despeinado, cae en grandes mechones sobre su espalda. Sin embargo, no parece haber toma que abarque su cara.

ANUNCIADORA: La identidad de esta joven es desconocida. Pero como ya todos sabemos, es conocido que la costumbre del gran Giovanni es levantar chicas provenientes de su natal Pueblo Paleta.

Delia sigue masajeando, retorciéndose, acercándose cada vez más a las profundidades donde acechaba el orgasmo.

“Pueblo Paleta...”, apenas alcanza a balbucear, sin pensarlo realmente, delirando mientras se sumergía en el placer.

MR. MIME: ¡MIME! (le da una fuerte nalgada más)

MAMÁ DE ASH: (esforzándose) ¡Ungh!

CONDUCTORA: Muy bien, aquí hemos conseguido una toma más clara...

Y tan pronto empieza a mostrarse en pantalla, Delia toma un momento para entreabrir los ojos... ¡Y luego, sorprendida, desmesuradamente!

Frente a la pantalla se muestra un rostro que en cualquier situación reconocería; lleva puesta una aparatosa peluca, pero es claro que es él: Rostro moreno y gallardo, cejas prominentes, briznas de hierba bajo los ojos...

MAMÁ DE ASH: (emocionada) ¡¡POR DIOS, MIME!! ¡¡ES ASH!!

MR. MIME: ¡¿Mime?!

Ash sonreía hacia la cámara con un rostro de placer y felicidad, mientras sobre él el gran entrenador de gimnasio seguía jalándola para atrás y adelante, penetrando su trasero una y otra vez con gran vigor.

ANUNCIADORA: ... Así que si alguien es originario de Pueblo Paleta y puede ayudarnos a reconocer a esta hermosa chica, los teléfonos esperan su llamada...

MAMÁ DE ASH: (radiante) ¡No puedo creerlo, mi Ash está en televisión!

MR. MIME: ¿Mime?

La Señora Ketchum se levanta y anda hasta el televisor. Colocó una palma sobre la pantalla, de la cual la cara de Ash no desaparece:

MAMÁ DE ASH: (conmovida) Ohhh, mi Ash, su sueño siempre fue ser famoso y aparecer en la televisión Ahora por fin ¡lo ha logrado! (alza el rostro al cielo). Hijo: Estoy tan orgullosa de ti...

El programa sigue mostrando las imágenes de Ash, teniendo gran sexo con uno de los mejores entrenadores del mundo. Y luego de quedarse de pie por medio minuto, la señora Ketchum se da la vuelta y vuelve a treparse a la cama.

Con más decisión y alegría que nunca, para la cola de nuevo y la contonea frente a Mr. Mime.

MAMÁ DE ASH: Muy bien, Mime, este es un día de gran alegría (sonríe y le guiña un ojo) Así que por esta ocasión, te doy permiso de que sustituyas a Ash para mí (lo llama con el dedo)

MR. MIME: (Emocionado) ¡¡¡MIIIME!! (brinca sobre ella)

En la pantalla, la señora Ketchum observa cómo el rostro de Ash se contorsiona, aquejado por el umbral de dolor de la penetración anal, y al tiempo enaltecido por el placer, hasta que en un grito, su hijo explota alcanzando un poderoso orgasmo...

Y a través de la ventana, conforme nos alejamos, sólo pueden verse la silueta de los dos habitantes de la casa Ketchum, en un alegre y placentero sexo de a perrito...

En el hotel de Ciudad Carmín, todo está calmado, y nuestros dos héroes disfrutan las deliciosas secuelas de su primer acto amoroso con sus nuevos dueños. Acostado boca arriba y desnudo sobre la cama, con Giovanni tendido a su lado, el brazo de éste rodeando sus hombros, Ash Ketchum cuenta, emocionado, el fajo de dinero que acaba de recibir:

ASH: $10,500... $12,000... $1,500... (piensa) ¡¿Qué haré con todo esto?!

A su lado, Max, un poco más agotado y adormilado, se abanica con fajos de 500 Euros, observando a su compañero satisfecho:

MAX: Lo que gustes... (orgulloso) Después de todo, Ash, te lo has ganado.

Pero el descanso les dura muy poco a los dos. A sus lados, Lord Gideon y Don Giovanni comienzan a despertarse, y abrazan cada cual a su respectiva perrita, para luego volverles la cara y darles un húmedo y cariñoso beso en la boca.

ASH Y MAX: Mmhhh, mmgh... (se deleitan, bajando los billetes)

Y mientras los dos señores comienzan a recorrer con sus bocas otras partes de sus cuerpos, los dos chicos miran hacia la cámara:

ASH: (divertido) Vaya, creo que nos hemos sacado el premio mayor, ¿no es así?

MAX: (igual de contento) ¡Y que lo digas! Entonces.... ¿Qué te parece tu nueva vida?

ASH: ¿A mí...?

El hombre bajo de él empieza a cubrir de besos su pecho y vientre.

ASH: ¡ME ENCANTA!

La cámara se aleja, mostrando en una panorámica a los dos alegres chicos con sus maridos, disfrutando del buen amor, y saludando y mandando besos a la cámara.

ASH Y MAX: (Felices) ¡¡ADIÓOOOOS...!!

 


 

End Chapter 11

La Aventura Parte II (Beyblade x Pokémon: The Diapered Adventures)

by: malom_shlasters | Complete Story | Last updated Jan 31, 2014

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